Con una clara tensión en la comunicación, y casi de manera abrupta,
finalizó la sesión citada para este martes por el Consejo Permanente de
la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se trató el caso de
la situación de crisis en Venezuela.
Bien avanzado el debate de la extensa jornada de hoy, y debido a las acusaciones que el embajador de Venezuela ante el organismo, Samuel Moncada, comenzó a expresar de manera muy específica y amplia contra varios gobiernos de Estados miembros de la OEA (Brasil, Canadá, Estados Unidos, México), el embajador de México, Luis de Alba pidió al presidente del Consejo Permanente, Patrick Andrews, que le llamara la atención al representante venezolano para que mantuviera el tono del debate y el respeto al tiempo para expresarse, porque si no provocaría que se levantaran de la sesión.
Moncada nuevamente intervino sin suavizar lo enconado de sus apreciaciones, insistiendo en su derecho a expresarse libremente: de Brasil señaló que casi no le dedicaba atención porque su gobierno era producto de un golpe de Estado; también acusó que quien había dirigido esa sesión y hasta la organización había sido el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Alba pidió en una segunda y tercera oportunidad a Andrews que exhortara al representante de Venezuela que bajara el tono de sus declaraciones porque de lo contrario se retiraría del sitio.
“Qué lástima que quienes le dimos la bienvenida al ministro a esta sesión no podamos tener un debate constructivo en esta jornada”, expresó el mexicano.
Acto seguido, de manera calmada pero prácticamente inesperada, el embajador Patrick Andrews explicó que las diferentes declaraciones de todos los Estados que hablaron en esa reunión serían recogidas en un acta, con lo cual daba por finalizada la sesión.
ElNorte.com.ve / El Universal
Bien avanzado el debate de la extensa jornada de hoy, y debido a las acusaciones que el embajador de Venezuela ante el organismo, Samuel Moncada, comenzó a expresar de manera muy específica y amplia contra varios gobiernos de Estados miembros de la OEA (Brasil, Canadá, Estados Unidos, México), el embajador de México, Luis de Alba pidió al presidente del Consejo Permanente, Patrick Andrews, que le llamara la atención al representante venezolano para que mantuviera el tono del debate y el respeto al tiempo para expresarse, porque si no provocaría que se levantaran de la sesión.
Moncada nuevamente intervino sin suavizar lo enconado de sus apreciaciones, insistiendo en su derecho a expresarse libremente: de Brasil señaló que casi no le dedicaba atención porque su gobierno era producto de un golpe de Estado; también acusó que quien había dirigido esa sesión y hasta la organización había sido el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Alba pidió en una segunda y tercera oportunidad a Andrews que exhortara al representante de Venezuela que bajara el tono de sus declaraciones porque de lo contrario se retiraría del sitio.
“Qué lástima que quienes le dimos la bienvenida al ministro a esta sesión no podamos tener un debate constructivo en esta jornada”, expresó el mexicano.
Acto seguido, de manera calmada pero prácticamente inesperada, el embajador Patrick Andrews explicó que las diferentes declaraciones de todos los Estados que hablaron en esa reunión serían recogidas en un acta, con lo cual daba por finalizada la sesión.
ElNorte.com.ve / El Universal