BTR no ha afectado el transporte tradicional #ZonaNorteAnzoategui

Opiniones encontradas se han generado entre los presidentes de las líneas de autobuses de la zona norte de Anzoátegui ante la implementación del sistema Bus de Tránsito Rápido (BTR).
Aunque el representante de la Unión de Conductores Guanta, Arturo Yañez señaló que la entrada en funcionamiento cayó como anillo al dedo, pues se aligeran un poco las paradas de pasajeros, esta no es la solución para solventar la crisis de transporte que viven los usuarios en la zona norte de Anzoátegui.

Para Yañez, la solución está en garantizarle a los transportistas tradicionales los repuestos para la activación de las unidades que llevan meses paralizadas.
“Aunque existe una proveeduría, esta no se da abasto para todos los que nos ganamos la vida como transportistas. Necesitamos repuestos, baterías y cauchos”, comentó el hombre.
Señaló que en las noches la parada de Guanta, situada en la avenida 5 de Julio, frente al banco Exterior, luce “abarrotada” de pasajeros que esperan por abordar uno de los carritos.
Precisó que la línea a la cual representa tiene laborando 370 vehículo y un autobús, y aún así esto es insuficiente para trasladarlos a todos.
“En la parada se presentan hasta peleas por montarse de primeros, hay insultos, porque todos se quieren ir”, apuntó.
“Hablar de las desventajas que ha traído el BTR al transporte público es adelantarse a los acontecimientos”, así lo expresó presidente de la Unión de Conductores Oropeza Castillo en Puerto La Cruz.
Con el pasar de las semanas, según explicó el vocero, es que se podrá dar una opinión precisa de lo perjudicial o no que ha sido este nuevo sistema para el transporte tradicional.
Agregó que en un principio los afectaba el congestionamiento que se formaba a lo largo de las avenidas Jorge Rodríguez y Municipal por los trabajos que se desarrollan para la construcción de la vía expresa.
El pasajero decide
Mujica no cree que el BTR reste pasajeros al transporte tradicional, “ahí tenemos el ejemplo del Metro de Caracas, cuando se empezó a construir todo el mundo decía que los choferes iban a quedar en desventaja y no fue así, ahora uno va a la capital y ve en las calles gran cantidad de unidades y aún así no se dan abasto para toda la población”, apuntó.
Para el transportista, la última palabra la tienen los pasajeros, pues considera que son ellos quienes deben elegir si abordar un acordeón, subir a un autobús público, trasladarse en un carro por puesto o pagar un taxi.

ElNorte.com.ve / Zorymar Medina