La selección brasileña, mermada por la sanción a Neymar, tratará de
demostrar mañana ante Venezuela que tiene recursos suficientes y que aún
es un candidata a ganar la Copa América, mientras que la Vinotinto, con
grandes ambiciones, quiere seguir escribiendo su historia en el torneo.
La baja de Neymar no sólo le supone a Brasil perder a su mejor jugador, sino a un líder en el campo y al hombre que asume la responsabilidad de echarse el equipo a la espalda cuando el partido se complica.
El seleccionador brasileño, Dunga, estará forzado a introducir cambios en el once titular y a adaptar el juego del equipo, que hasta ahora giraba exclusivamente en torno a su principal estrella y que se atascó siempre que los marcajes atosigaban a Neymar.
Sin la referencia de Neymar dirigiendo el juego, Dunga planea servirse de un único delantero, Roberto Firmino, escudado por un media punta rápido y habilidoso como Phillipe Coutinho, quien se perfila como el sustituto del ’10′ de Brasil, y dos extremos muy abiertos.
Uno de ellos será Willian, que podría jugar por la derecha o por la izquierda, en función de quién sea el otro elegido, ya sea Douglas Costa o Robinho.
Los jugadores brasileños encaran el partido con la máxima seriedad, por la presión que supone la necesidad de la victoria para garantizarse la clasificación en un Grupo C que está totalmente empatado a tres puntos y por la oportunidad que supone la baja de Neymar para que otros sean protagonistas sin la sombra del astro.
La actitud de los jugadores es muy diferente a la de hace un año, cuando la lesión de Neymar alimentó un clima de conmoción que desestabilizó a la Canarinha y le condujo a su dolorosa eliminación ante Alemania.
Antes de entrar en el campo, Brasil y Venezuela ya sabrán qué resultado necesitan para pasar a los cuartos de final, puesto que el Colombia-Perú se disputa más temprano.
El defensa Miranda aseguró hoy que Brasil no especulará y jugará a ganar, aunque admitió que Venezuela es un buen equipo y en el partido “puede pasar de todo”.
Lejos ha quedado la época en la que la única duda en un enfrentamiento entre Brasil y Venezuela era saber las proporciones de la goleada que encajaría la Vinotinto, hasta hace no mucho la cenicienta del fútbol sudamericano.
En las últimas dos ocasiones que se enfrentaron, una de ellas en un amistoso y otra en la Copa América de 2011, Venezuela logró dos empates contra Brasil y en otro amistoso disputado en Estados Unidos en 2008, la selección del país caribeño logró su primer triunfo contra los pentacampeones del mundo.
En los días previos al partido, los jugadores brasileños y el propio Dunga han advertido de las virtudes del equipo venezolano, de su solidez defensiva, su entereza jugando con un hombre menos ante Perú, su fuerza al contraataque y la calidad de Juan Arango y Salomón Rondón.
Con esas cualidades, el equipo dirigido por Noel Sanvicente aspira a pasar a cuartos de final de la Copa América por tercera vez consecutiva y sueña con la que podría ser la primera victoria contra Brasil en una competición oficial.
ElNorte.com.ve
La baja de Neymar no sólo le supone a Brasil perder a su mejor jugador, sino a un líder en el campo y al hombre que asume la responsabilidad de echarse el equipo a la espalda cuando el partido se complica.
El seleccionador brasileño, Dunga, estará forzado a introducir cambios en el once titular y a adaptar el juego del equipo, que hasta ahora giraba exclusivamente en torno a su principal estrella y que se atascó siempre que los marcajes atosigaban a Neymar.
Sin la referencia de Neymar dirigiendo el juego, Dunga planea servirse de un único delantero, Roberto Firmino, escudado por un media punta rápido y habilidoso como Phillipe Coutinho, quien se perfila como el sustituto del ’10′ de Brasil, y dos extremos muy abiertos.
Uno de ellos será Willian, que podría jugar por la derecha o por la izquierda, en función de quién sea el otro elegido, ya sea Douglas Costa o Robinho.
Los jugadores brasileños encaran el partido con la máxima seriedad, por la presión que supone la necesidad de la victoria para garantizarse la clasificación en un Grupo C que está totalmente empatado a tres puntos y por la oportunidad que supone la baja de Neymar para que otros sean protagonistas sin la sombra del astro.
La actitud de los jugadores es muy diferente a la de hace un año, cuando la lesión de Neymar alimentó un clima de conmoción que desestabilizó a la Canarinha y le condujo a su dolorosa eliminación ante Alemania.
Antes de entrar en el campo, Brasil y Venezuela ya sabrán qué resultado necesitan para pasar a los cuartos de final, puesto que el Colombia-Perú se disputa más temprano.
El defensa Miranda aseguró hoy que Brasil no especulará y jugará a ganar, aunque admitió que Venezuela es un buen equipo y en el partido “puede pasar de todo”.
Lejos ha quedado la época en la que la única duda en un enfrentamiento entre Brasil y Venezuela era saber las proporciones de la goleada que encajaría la Vinotinto, hasta hace no mucho la cenicienta del fútbol sudamericano.
En las últimas dos ocasiones que se enfrentaron, una de ellas en un amistoso y otra en la Copa América de 2011, Venezuela logró dos empates contra Brasil y en otro amistoso disputado en Estados Unidos en 2008, la selección del país caribeño logró su primer triunfo contra los pentacampeones del mundo.
En los días previos al partido, los jugadores brasileños y el propio Dunga han advertido de las virtudes del equipo venezolano, de su solidez defensiva, su entereza jugando con un hombre menos ante Perú, su fuerza al contraataque y la calidad de Juan Arango y Salomón Rondón.
Con esas cualidades, el equipo dirigido por Noel Sanvicente aspira a pasar a cuartos de final de la Copa América por tercera vez consecutiva y sueña con la que podría ser la primera victoria contra Brasil en una competición oficial.
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