"De esta temporada me llevo el corazón de todos mis peloteros y en
especial el de una persona que vi llorando hoy: Mario Lissón. Fue duro".
"¿Voy directo al paredón?", preguntó Omar Malavé al hacer su entrada en la sala de prensa del estadio José Bernardo Pérez de Valencia, después de la derrota 11-9 ante Cardenales de Lara en la serie semifinal de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), en la que Navegantes del Magallanes vio cómo en cuatro juegos se esfumaba la ilusión de un título en la temporada que conmemoró los 100 años de historia del club.
Malavé tomó el timón de una carabela que deambulaba por aguas bravías en la campaña 2016-2017. A comienzos de diciembre de la pasada zafra, sustituyó al emblemático "Almirante", Carlos García, en la conducción del equipo y, a pesar de no alcanzar la clasificación a postemporada, recibió la confianza del alto mando bucanero para guiar al equipo en la temporada 2017-2018, publicó LVBP.com
"Fue una serie difícil en la que, sencillamente, Cardenales jugó mejor. Hay que quitarse la gorra ante un rival como ese. Lo hicieron todo", dijo con relación a Lara, divisa con la que logró un bicampeonato como manager a finales de los '90, antes de ahondar sobre los motivos del naufragio en los playoffs, instancia donde la nave solo pudo ganar dos de diez encuentros.
"Nos hizo falta pitcheo abridor a lo largo de toda la temporada y al final, estos son los resultados cuando tienes que utilizar a tu bullpen todos los días", dijo Malavé, quien quedó tercero en la votación como Manager del Año.
"Hubo un momento en el que teníamos iniciadores criollos, pero el problema que existe es que las organizaciones en Estados Unidos no respetan a las de acá y mandan a parar a los muchachos", se lamentó.
La rotación magallanera dejó el tercer mayor promedio de carreras limpias permitidas durante la ronda regular, con 4.89, solo superado por Tiburones de La Guaira (4.71) y Caribes de Anzoátegui (5.30); aunque la nave supo sortear esas dificultades para clasificar en el segundo lugar con récord de 35-28.
Sin embargo, en la postemporada el desempeño se hizo insostenible, luego de que en ninguno de las 10 desafíos un serpentinero abridor pudiera alcanzar el quinto inning, con 36 anotaciones merecidas en 29.1 entradas.
Un total de 18 abridores utilizó el club eléctrico entre la primera etapa del torneo y las diversas fases de enero, sin encontrar la fórmula necesaria desde el montículo.
"La gerencia hizo todo lo que estaba en sus manos, pero no es fácil conseguir este tipo de lanzadores en la liga, y los equipos que los tienen piden mucho por ellos. A nosotros nos pasó, nos solicitaron demasiado talento criollo y de mi parte no quise entregarlos porque soy de los que piensa que esa clase de peloteros son los que dan títulos", enfatizó.
El Sol de Margarita
"¿Voy directo al paredón?", preguntó Omar Malavé al hacer su entrada en la sala de prensa del estadio José Bernardo Pérez de Valencia, después de la derrota 11-9 ante Cardenales de Lara en la serie semifinal de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), en la que Navegantes del Magallanes vio cómo en cuatro juegos se esfumaba la ilusión de un título en la temporada que conmemoró los 100 años de historia del club.
Malavé tomó el timón de una carabela que deambulaba por aguas bravías en la campaña 2016-2017. A comienzos de diciembre de la pasada zafra, sustituyó al emblemático "Almirante", Carlos García, en la conducción del equipo y, a pesar de no alcanzar la clasificación a postemporada, recibió la confianza del alto mando bucanero para guiar al equipo en la temporada 2017-2018, publicó LVBP.com
"Fue una serie difícil en la que, sencillamente, Cardenales jugó mejor. Hay que quitarse la gorra ante un rival como ese. Lo hicieron todo", dijo con relación a Lara, divisa con la que logró un bicampeonato como manager a finales de los '90, antes de ahondar sobre los motivos del naufragio en los playoffs, instancia donde la nave solo pudo ganar dos de diez encuentros.
"Nos hizo falta pitcheo abridor a lo largo de toda la temporada y al final, estos son los resultados cuando tienes que utilizar a tu bullpen todos los días", dijo Malavé, quien quedó tercero en la votación como Manager del Año.
"Hubo un momento en el que teníamos iniciadores criollos, pero el problema que existe es que las organizaciones en Estados Unidos no respetan a las de acá y mandan a parar a los muchachos", se lamentó.
La rotación magallanera dejó el tercer mayor promedio de carreras limpias permitidas durante la ronda regular, con 4.89, solo superado por Tiburones de La Guaira (4.71) y Caribes de Anzoátegui (5.30); aunque la nave supo sortear esas dificultades para clasificar en el segundo lugar con récord de 35-28.
Sin embargo, en la postemporada el desempeño se hizo insostenible, luego de que en ninguno de las 10 desafíos un serpentinero abridor pudiera alcanzar el quinto inning, con 36 anotaciones merecidas en 29.1 entradas.
Un total de 18 abridores utilizó el club eléctrico entre la primera etapa del torneo y las diversas fases de enero, sin encontrar la fórmula necesaria desde el montículo.
"La gerencia hizo todo lo que estaba en sus manos, pero no es fácil conseguir este tipo de lanzadores en la liga, y los equipos que los tienen piden mucho por ellos. A nosotros nos pasó, nos solicitaron demasiado talento criollo y de mi parte no quise entregarlos porque soy de los que piensa que esa clase de peloteros son los que dan títulos", enfatizó.
El Sol de Margarita