En un recorrido por distintos establecimientos ubicados en el Mercado
Municipal de Puerto La Cruz, comerciantes alegaron que las ventas han
disminuido considerablemente.
El vendedor, Ángel Chafarde, expresó que “muchos usuarios huyen al ver los costos de distintos productos, por lo que indudablemente, los ciudadanos han dejado de comprar en charcuterías”.
“La mercancía también está un poco escasa, no sé si los distribuidores por miedo, no quieren comercializar en su totalidad, pero la cantidad no es igual a la de años anteriores”, manifestó.
A su vez, Carlos Maldonado, también comerciante, comentó que a pesar de la poca afluencia de usuarios, “no pueden vender a precio regulado, porque perderían la inversión”. Los costos del kilo de jamón oscilan entre 160 y 289 mil bolívares, dependiendo de los diferentes tipos.
La mortadela de pollo equivale a 120 mil bolívares, mientras que la de carne tiene un costo de 100 mil bolívares. A su vez, el kilo de queso duro se ubica entre 75 y 115 mil bolívares.
Por su parte, usuarios refirieron que han optado por dejar de comprar en charcuterías.
La consumidora, Omaira Rodríguez, alegó que adquirir jamón y mortadela “es para ricos. Antes sí se podía adquirir, ahora no. Lo que ganamos mi hija y yo de sueldo no nos alcanza para comprar un jamón que seguramente no duraría nada”, dijo.
De igual manera, agregó que en su familia prefieren sustituir los quesos y jamones por sardinas fritas o guisadas y huevos. Martha Olivares, también usuaria, opinó que a causa de los mismos costos, visita escasamente distintas charcuterías de la zona.
“A veces compramos mortadela y queso que es lo más económico, pero en ocasiones nos ha tocado comernos la arepa sola”, finalizó.
A su vez, ciudadanos denunciaron que muchos locales cobran los productos con precios más elevados al facturarlos mediante puntos de venta. Además, expresaron que en otros establecimientos del mercado municipal los “obligan” a cancelar solo con efectivo, lo que dificulta las compras.
Nueva Prensa de Oriente
El vendedor, Ángel Chafarde, expresó que “muchos usuarios huyen al ver los costos de distintos productos, por lo que indudablemente, los ciudadanos han dejado de comprar en charcuterías”.
“La mercancía también está un poco escasa, no sé si los distribuidores por miedo, no quieren comercializar en su totalidad, pero la cantidad no es igual a la de años anteriores”, manifestó.
A su vez, Carlos Maldonado, también comerciante, comentó que a pesar de la poca afluencia de usuarios, “no pueden vender a precio regulado, porque perderían la inversión”. Los costos del kilo de jamón oscilan entre 160 y 289 mil bolívares, dependiendo de los diferentes tipos.
La mortadela de pollo equivale a 120 mil bolívares, mientras que la de carne tiene un costo de 100 mil bolívares. A su vez, el kilo de queso duro se ubica entre 75 y 115 mil bolívares.
Por su parte, usuarios refirieron que han optado por dejar de comprar en charcuterías.
La consumidora, Omaira Rodríguez, alegó que adquirir jamón y mortadela “es para ricos. Antes sí se podía adquirir, ahora no. Lo que ganamos mi hija y yo de sueldo no nos alcanza para comprar un jamón que seguramente no duraría nada”, dijo.
De igual manera, agregó que en su familia prefieren sustituir los quesos y jamones por sardinas fritas o guisadas y huevos. Martha Olivares, también usuaria, opinó que a causa de los mismos costos, visita escasamente distintas charcuterías de la zona.
“A veces compramos mortadela y queso que es lo más económico, pero en ocasiones nos ha tocado comernos la arepa sola”, finalizó.
A su vez, ciudadanos denunciaron que muchos locales cobran los productos con precios más elevados al facturarlos mediante puntos de venta. Además, expresaron que en otros establecimientos del mercado municipal los “obligan” a cancelar solo con efectivo, lo que dificulta las compras.
Nueva Prensa de Oriente