Sin importante afluencia de personas lucen playas de Anzoátegui

Los lancheros y los comerciantes se quejan de “lo malo que ha sido este fin de año sin temporadistas”.

Este final de 2017 dejó sin ganancias a quienes expenden productos en las playas de Anzoátegui, toda vez que la grave situación económica impidió que la gente se movilizara a este estado.

“La crisis económica cambió todo el panorama y no llegaron los temporadistas y hemos dejado de vender nuestros productos y obtener los ingresos para medio comer”, fue la expresión de Jesús Guzmán, quien en playa Lido, de Lechería, municipio Urbaneja, expende sus empanadas  a lo largo del balneario cada época vacacional.
Los espacios acuáticos anzoateguienses, que en otros tiempos fueron unos de los preferidos por los visitantes, al concluir el año lucen prácticamente solos y sobran los kilómetros para caminar por ellos, sin molestar a nadie.
Sin la aglomeración de las vacaciones anteriores y con elevados precios en la comida y mercancías están todas las playas de esta entidad. Pocas personas se han acercado hasta ellas y son residentes locales los que la han visitado.
“No podemos pagar un toldo a 30 mil bolívares, una silla a 20 mil y muchos menos tenemos para consumir algún alimento. Los venezolanos no ganamos para eso y por ello, los balnearios están vacíos”, comentó Israel Ramírez en la ciudad morrense.
Muy poca gente se atrevió acudir a las playas de Lechería, la más cercana y con acceso rápido. Las otras estuvieron más solas.
En el muelle del Paseo Colón, en Puerto La Cruz, no hubo casi pasajeros para visitar las islas del parque nacional Mochima y los lancheros de la Cooperativa de transporte turístico de Anzoátegui, Cootanz, se quejaron de “haber perdido el día, pues los que todavía laboran hicieron un viaje”, expuso Miguel Solórzano. A esto se sumó el costo del pasaje que vale más de 35 mil bolívares por persona.
Quienes expenden mercancías  en el Paseo, aprovechando la temporada, se quedaron esperando a visitantes y residentes y tuvieron que volver a sus hogares con muy poco dinero, pues además venden en efectivo y el público no posee efectivo, sino tarjeta de débito. El muelle este martes, estuvo solo, sin las largas colas de años anteriores.
“Todo se ha complicado con esta situación que vivimos que acabó con el turismo. Nadie quiere gastar sino en comida, no quieren dañar sus vehículos por la escasez de repuestos, también por la falta de gasolina, de alimentos, de medicinas, así que las playas hoy no son preferenciales, privan otras necesidades”, enfatizó el comerciante Jesús Luciani.

Las playas estuvieron casi solas en Anzoátegui
 
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