Los trabajadores de la economía informal que
buscan el sustento en los terminales de ferris, han ido desapareciendo
al no contar con mercancía ni con compradores interesados en lo poco que
les queda para ofrecer.
Los trabajadores de la economía informal que a diario buscan el
sustento personal y de sus familias en los alrededores de los terminales
de ferris de Punta de Piedras, se encuentran encerrados en un círculo
vicioso, como consecuencia de la poca actividad turística en esa zona.
Juan José Ojeda, coordinador de los vendedores informales de ese
sector del municipio Tubores y puerta de entrada a la Isla, aseguró que
muchos han tenido que buscar otra forma de sustento ya que no cuentan
con mercancía y los que tienen alguna, no consiguen compradores por
cuanto no están ingresando ni saliendo turistas.
Aseguró que en los mejores tiempos, tenían alrededor de 40 negocios estándar, de los cuales sobreviven apenas tres o cuatro, lo que atribuyó al descenso de la actividad turística.
Ojeda resaltó que hasta los vendedores de café han tenido que abandonar su rutina porque la materia prima, cada vez es más cara y escasa.
“Por ejemplo, un kilo de café cuesta 9.000 bolívares y el de azúcar 5.000, lo que hace poco rentable lo que antes fue una de nuestras mejores alternativas de ingresos”, expresó Ojeda.
Apuntó que el resto de los grandes negocios ubicados en las adyacencias de los terminales marítimos, también están sufriendo los embates de la baja actividad turística.
Los viajes también merman
El representante de los trabajadores informales de Punta de Piedra, subrayó que en la medida que han ido mermando los viajes de los ferris y la entrada de turistas, se han reducido las posibilidades de subsistencia de esas fuentes de ingresos.
Detalló que los chocolates, quesos y delicateses, eran los principales productos que ofrecían a los turistas que entraban y salían de la Isla, pero que debido a la falta de importaciones y los altos precios, hoy en día no pueden ofertar.
“Ni siquiera chucherías nacionales podemos vender porque los precios son inalcanzables”, apuntó.
Desidia
El vocero de los trabajadores de la economía informal en Punta de Piedra, subrayó que la desinterés gubernamental tiene sumida a esa zona en la desidia, ya que la inseguridad y la falta de alumbrado público eficiente, impide trabajar de noche cuando existe alguna travesía de las motonaves en esas horas.
Aseguró que en los mejores tiempos, tenían alrededor de 40 negocios estándar, de los cuales sobreviven apenas tres o cuatro, lo que atribuyó al descenso de la actividad turística.
Ojeda resaltó que hasta los vendedores de café han tenido que abandonar su rutina porque la materia prima, cada vez es más cara y escasa.
“Por ejemplo, un kilo de café cuesta 9.000 bolívares y el de azúcar 5.000, lo que hace poco rentable lo que antes fue una de nuestras mejores alternativas de ingresos”, expresó Ojeda.
Apuntó que el resto de los grandes negocios ubicados en las adyacencias de los terminales marítimos, también están sufriendo los embates de la baja actividad turística.
Los viajes también merman
El representante de los trabajadores informales de Punta de Piedra, subrayó que en la medida que han ido mermando los viajes de los ferris y la entrada de turistas, se han reducido las posibilidades de subsistencia de esas fuentes de ingresos.
Detalló que los chocolates, quesos y delicateses, eran los principales productos que ofrecían a los turistas que entraban y salían de la Isla, pero que debido a la falta de importaciones y los altos precios, hoy en día no pueden ofertar.
“Ni siquiera chucherías nacionales podemos vender porque los precios son inalcanzables”, apuntó.
Desidia
El vocero de los trabajadores de la economía informal en Punta de Piedra, subrayó que la desinterés gubernamental tiene sumida a esa zona en la desidia, ya que la inseguridad y la falta de alumbrado público eficiente, impide trabajar de noche cuando existe alguna travesía de las motonaves en esas horas.
El Sol de Margarita / Dexcy Guédez