Alemania aprueba peajes en las autopistas a partir de 2019

El Parlamento alemán ha dado hoy luz verde a la introducción de peajes en las autopistas del país a partir de 2019.
El Bundesrat, la cámara alta donde están representados los gobiernos de los 16 estados federados, ratificó hoy el paquete legislativo sobre este asunto ya aprobado por el Bundestag (cámara baja).
La medida se acepta después de un largo proceso en el que el ministro de Transportes, Alexander Dobrindt, tuvo que negociar con la Comisión Europea, que inicialmente expresó dudas acerca de que el proyecto fuera compatible con las normas comunitarias.
La Unión Socialcristiana (CSU), ala bávara de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y partido al que pertenece Dobrindt, hizo de la introducción de peajes su caballo de batalla electoral hace cuatro años y el plan terminó formando parte del acuerdo de coalición.
La idea de la CSU era introducir peajes sólo para coches de matrícula extranjera, lo que para la Comisión constituía una discriminación indebida para los ciudadanos europeos de otros países.
Ante ello, el gobierno alemán optó por presentar dos proyectos de ley: uno que introduce los peajes en autopistas y carreteras federales y otro que reduce el impuesto de circulación exactamente en el monto del coste del peaje anual.
Los automovilistas alemanes deberán pagar un peaje anual de entre 67 y 130 euros, según el tamaño del motor y el nivel de sus emisiones, y el importe será descontado de su impuesto de circulación.
Los extranjeros podrán pagar el peaje anual, pero tienen también la posibilidad de pagar uno de 10 días, entre 2,50 euros y 25 euros, de acuerdo con las características del motor, o de dos meses, de entre 7 y 50 euros.
Dobrindt defendió hoy su propuesta antes de que fuera aprobada por el Bundesrat y aseguró que contaba con el visto bueno de la Comisión y que generará ingresos importantes para invertir en las infraestructura viales.
“Por primera vez todos los que usan nuestras carreteras participarán en su financiación”, dijo Dobrindt, que reiteró que los automovilistas alemanes no tendrán cargas adicionales.
En algunos estados federados existen temores a que el peaje afecte el flujo de tráfico en las fronteras y que esto perjudique el comercio y la hostelería.
Los Verdes, por su parte, consideraron que el paquete legislativo era una “señal desastrosa para Europa”, según palabras del ministro de Transporte de Baden Württember, Winfried Hermann.
El diputado verde Oliver Krischner, por su parte, consideró, en declaraciones al periódico económico “Handelsblatt”, que es lamentable que la CDU y el Partido Socialdemócrata (SPD) “no hayan sido capaces de evitar una ley marcada por el populismo antieuropeo de un partido regional del sureste de Alemania”, en referencia a la CSU de Baviera.
“El peaje no traerá ingresos, es un monstruo burocrático, afecta a las regiones fronterizas y es antieuropeo”, dijo el diputado.

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