Es posible que a estas alturas te hayas percatado de que es muy usual ver que se han colocado espejos cerca de los ascensores.
La razón de esta estrategia, aparentemente caprichosa, es que estos espejos se utilizan para que la gente se desespere un poco menos mientras espera a que susodichos ascensores lleguen y abran las puertas.
Usualmente a las personas no nos gusta esperar, ni en la cola del cine, ni en la de los supermercados, ni en restaurantes.
El New York Times señala que esta idea se originó durante el boom posterior a la II Guerra Mundial, cuando se empezó a construir edificios cada vez más y más altos. Los usuarios comenzaron a quejarse de las largas esperas, y la solución de los arquitectos fue tajante: “dar a la gente algo con lo que ocupar su tiempo y así se les haría más corta la espera”, recalca el periódico.
Globovisión
La razón de esta estrategia, aparentemente caprichosa, es que estos espejos se utilizan para que la gente se desespere un poco menos mientras espera a que susodichos ascensores lleguen y abran las puertas.
Usualmente a las personas no nos gusta esperar, ni en la cola del cine, ni en la de los supermercados, ni en restaurantes.
El New York Times señala que esta idea se originó durante el boom posterior a la II Guerra Mundial, cuando se empezó a construir edificios cada vez más y más altos. Los usuarios comenzaron a quejarse de las largas esperas, y la solución de los arquitectos fue tajante: “dar a la gente algo con lo que ocupar su tiempo y así se les haría más corta la espera”, recalca el periódico.
Globovisión