Las quejas de Guede y Ponce llegaron a la ANFP,
que responderá formalmente a las acusaciones. En el cuerpo técnico se
defienden y apuntan al desorden alimenticio de los futbolistas en sus
clubes.
“Cuando volvieron del Sub 20,
(Gabriel) Suazo y (Iván) Morales no llegaron de la mejor forma. El
preparador físico lo consideró así y estuvieron entrenando aparte…
Morales llegó con cuatro kilos de sobrepeso”, reveló el técnico de Colo
Colo, Pablo Guede, la semana pasada, previo al partido ante Deportes
Temuco.
La crítica realizada por el adiestrador albo encontró un socio rápidamente: Miguel Ponce. El DT de Huachipato acusó que su arquero suplente también llegó con algunos kilos de más. “(Brayan) Manosalva tiene una tendencia y llegó con cinco kilos de más. Es parte del control que tienen que tener (…) Uno confía en la selección, uno manda a los jugadores y espera que vuelvan igual. Sabemos el desgaste y el estrés de jugar con la selección, pero que suban de peso es poco entendible”, disparó el Chueco en radio Cooperativa.
Como era de esperar, las críticas llegaron a oídos del cuerpo técnico de la selección chilena Sub 20 dirigida técnicamente por Héctor Robles, que fracasó en su intento de clasificar al Mundial de Corea del Sur.
No fue todo, porque también en la ANFP se enteraron de las palabras de ambos entrenadores. Obviamente, no gustaron para nada, por lo que se desata así, una nueva guerra entre clubes y el fútbol joven nacional.
De hecho, un alto funcionario de la asociación advierte que hoy en Quilín responderán formalmente a las acusaciones de Guede y Ponce. “Es inaceptable que se acuse así a gente profesional. A la Sub 20, Morales llegó con sobrepeso desde su club, mientras que Manosalva tiene tendencia a engordar. Tenemos todas las planillas de todos los jugadores desde el primer día en que se integraron a los entrenamientos. Nosotros también tenemos pesas acá y hacemos un trabajo serio. Por eso, responderemos oficialmente con datos precisos”, explica desde el ente rector.
La dieta de la polémica
En el cuerpo técnico de la Rojita están cansados de las críticas. Se defienden asegurando que la alimentación no puede ser objeto de críticas, más aún cuando todo el régimen fue supervisado por Mauricio Gómez, preparador físico.
Según explican desde la Sub 20, los futbolistas, en Ecuador, tenían una dieta que consistía en cinco comidas diarias. Desayuno y almuerzo eran estilo buffet, mientras que el resto de la alimentación se basaba en meriendas, compuestas por yoghurts, frutas y jugos naturales. Además, los elegidos por Robles eran pesados a diario. El PF evaluaba su peso, su índice de masa corporal, entre otros puntos que ayudaban a tenerlos en orden. “Los seleccionados eran pesados todos los días. Estaba todo en orden o hubiesen realizado trabajos especiales. Si se desordenaron en el retorno a Chile, no es problema de nosotros”, alegan desde el cuerpo técnico de Robles.
Luego de los partidos, los seleccionados disfrutaban de pizzas, para recuperar, según advierten desde el cuerpo técnico, las energías perdidas durante el encuentro. Una costumbre que, según ellos, no explica el sobrepeso. “También lo hace la selección adulta”, comparan. Las versiones entre clubes y Sub 20 son opuestas. Nadie está de acuerdo.
La crítica realizada por el adiestrador albo encontró un socio rápidamente: Miguel Ponce. El DT de Huachipato acusó que su arquero suplente también llegó con algunos kilos de más. “(Brayan) Manosalva tiene una tendencia y llegó con cinco kilos de más. Es parte del control que tienen que tener (…) Uno confía en la selección, uno manda a los jugadores y espera que vuelvan igual. Sabemos el desgaste y el estrés de jugar con la selección, pero que suban de peso es poco entendible”, disparó el Chueco en radio Cooperativa.
Como era de esperar, las críticas llegaron a oídos del cuerpo técnico de la selección chilena Sub 20 dirigida técnicamente por Héctor Robles, que fracasó en su intento de clasificar al Mundial de Corea del Sur.
No fue todo, porque también en la ANFP se enteraron de las palabras de ambos entrenadores. Obviamente, no gustaron para nada, por lo que se desata así, una nueva guerra entre clubes y el fútbol joven nacional.
De hecho, un alto funcionario de la asociación advierte que hoy en Quilín responderán formalmente a las acusaciones de Guede y Ponce. “Es inaceptable que se acuse así a gente profesional. A la Sub 20, Morales llegó con sobrepeso desde su club, mientras que Manosalva tiene tendencia a engordar. Tenemos todas las planillas de todos los jugadores desde el primer día en que se integraron a los entrenamientos. Nosotros también tenemos pesas acá y hacemos un trabajo serio. Por eso, responderemos oficialmente con datos precisos”, explica desde el ente rector.
La dieta de la polémica
En el cuerpo técnico de la Rojita están cansados de las críticas. Se defienden asegurando que la alimentación no puede ser objeto de críticas, más aún cuando todo el régimen fue supervisado por Mauricio Gómez, preparador físico.
Según explican desde la Sub 20, los futbolistas, en Ecuador, tenían una dieta que consistía en cinco comidas diarias. Desayuno y almuerzo eran estilo buffet, mientras que el resto de la alimentación se basaba en meriendas, compuestas por yoghurts, frutas y jugos naturales. Además, los elegidos por Robles eran pesados a diario. El PF evaluaba su peso, su índice de masa corporal, entre otros puntos que ayudaban a tenerlos en orden. “Los seleccionados eran pesados todos los días. Estaba todo en orden o hubiesen realizado trabajos especiales. Si se desordenaron en el retorno a Chile, no es problema de nosotros”, alegan desde el cuerpo técnico de Robles.
Luego de los partidos, los seleccionados disfrutaban de pizzas, para recuperar, según advierten desde el cuerpo técnico, las energías perdidas durante el encuentro. Una costumbre que, según ellos, no explica el sobrepeso. “También lo hace la selección adulta”, comparan. Las versiones entre clubes y Sub 20 son opuestas. Nadie está de acuerdo.
latercera.com