Familiares de la tripulación denuncian hermetismo por parte de la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana (FANB), en cuanto a los avances de la
búsqueda que han venido desarrollando.
La travesía para los parientes de las 13 personas que iban en el helicóptero MI17V5, siglas EV0796 del Ejército Bolivariano de Venezuela, inició el 30 de diciembre. La llamada en la que les notificaban lo sucedido no llegó por parte de ningún organismo oficial, fueron informados por otros parientes o compañeros de sus familiares.
eluniversal.com / PABLEYSA OSTOS
La travesía para los parientes de las 13 personas que iban en el helicóptero MI17V5, siglas EV0796 del Ejército Bolivariano de Venezuela, inició el 30 de diciembre. La llamada en la que les notificaban lo sucedido no llegó por parte de ningún organismo oficial, fueron informados por otros parientes o compañeros de sus familiares.
Se suponía que la aeronave llegaría ese
30 de diciembre, a eso de las 9:00 de la mañana, pero no ocurrió así.
Había despegado de Puerto Ayacucho con destino La Esmeralda, siendo su
último contacto a ese viernes a las 8:10 de la mañana.
Aunque el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, informó que la búsqueda había iniciado el mismo día de
la desaparición, fuentes militares aseguran que comenzó el 1 de enero.
Fue ese día que la noticia se hizo pública y empezó a circular a través
de las redes sociales.
El hermetismo y el silencio
no se hicieron esperar. Mientras los rumores sobre el caso iban y
venían, salían hasta de los mismos organismos militares, pero ninguno se
acercaba a lo que realmente había sucedido con el helicóptero.
Tres días después del
incidente es que vino el pronunciamiento oficial por parte del
Ministerio para la Defensa, fue a través de un comunicado que rezaba:
“La Fuerza Armada Nacional
Bolivariana informa al pueblo de Venezuela, que desde el día 30 dic 16,
se perdió contacto con el helicóptero tipo MI17V5, siglas EV0796, de
nuestro glorioso Ejército Bolivariano, el cual cumplía una misión de
relevo de personal militar en la estación de desarrollo endógeno
“COYOGUAITERI” y la base de seguridad territorial “CERRO DELGADO
CHALBOUD”.
Su última localización fue
en las coordenadas 04 59 46N – 06 73 00W, AZIMUT 170, a 37 millas
náuticas al sur de Puerto Ayacucho, estado Amazonas, desde donde había
despegado el 30 dic 16 con rumbo a La Esmeralda.
La tripulación de la
aeronave está conformada por el capitán Griseldo Fernández (piloto);
capitán Otto Alvarado (copiloto); sargento primero Yerver Mujica
(ingeniero de vuelo) y sargento primero Jhonatan Inojosa (mecánico).
Además se encontraban a bordo cinco efectivos militares y cuatro
personas no militares”
Dudas y pocas respuestas
En la aeronave iban Griseldo
Fernández Rumbo (piloto); el capitán Otto Joaquín Alvarado (copiloto),
Yerver Mujica (ingeniero de vuelo), el sargento Jhonatan Inojosa
(mecánico), el teniente del Ejército Jesús Nieves Marcano, el sargento
(Ej) Jeison Romero, y el sargento (GNB) Luis Sierra Vera.
Junto a ellos estaban los
soldados del Ejército Alejandro Marino y Rodolfo Gómez. Así como una
familia indígena de la comunidad La Esmeralda, Raiza Martínez, Humberto
Martínez, Stefano Cayupare Martínez y Raibiles Yavinape.
Varios familiares decidieron
trasladarse hasta el estado Amazonas a fin de tener de primera mano la
información referente a la búsqueda. Pero no fue así. Un mensaje de
esperanza les llegó el 5 de enero.
24 horas después de haber
recibido ese mensaje, fue que el castrense que se los había hecho llegar
les dio la cara, asegurando que “nos enviaron el mensaje apresurado,
porque vieron lo que parecía ser la cola del helicóptero y una fila de
personas. Avisaron, pero no habían constatado que eran ellos”, relató
Jesús Marcano, padre del teniente Nieves Marcano.
“Las personas eran otros
indígenas que eran parte del grupo de búsqueda. No nos dieron la cara
después de que recibimos ese mensaje, fue después del mediodía de este
viernes que hablaron con nosotros y nos explicaron que la información se
había tergiversado y que ellos estaban era haciendo las trazas
planimetrías para llegar al sitio”, sumó.
Sin pistas
Parientes de la tripulación
aseguran que han realizado investigaciones de forma individual,
conversando con las comunidades indígenas, “pero cada pista que
recibimos se esfuma rápido y nos quedamos en las mismas”.
El presidente Nicolás Maduro
habló por segunda vez sobre el incidente del helicóptero hace unas
semanas. Expresó que “todo el que tenga un helicóptero y quiera
participar voluntariamente, bueno, cubrimos los gastos que sean
necesarios para reforzar. Vamos a hacer un llamado a toda la aeronáutica
civil que tengan su helicóptero a disposición para reforzar las líneas
de búsqueda en el Amazonas”.
Pero durante su intervención
no sacó a relucir que hace unas semanas los indígenas habían advertido
que tomarían La Esmeralda, y sacarían a los funcionarios militares de la
zona; de no dejarlos formar parte de la búsqueda. Por su parte, un
familiar de uno de los integrantes de la tripulación había colocado a
disposición de los integrantes 12 drones, pero esto también había sido
rechazado.
Marcano explicó que le fueron mostradas imágenes sobre cómo estaban las condiciones climatológicas el día de la desaparición “era imposible volar con esas condiciones meteorológicas y de igual forma salieron.
No entiendo como el Defensor del Pueblo, Tarek Williams Saab, dice que
esto no es problema de la defensoría las denuncias hechas por los
familiares, si hubo violaciones a derechos fundamentales”, exclamó.
La única verdad
Los parientes de los
desaparecidos se han aferrado a lo que ellos consideran es la verdad,
según ellos el comandante del Batallón de Infantería de Selva G/J Rafael
Urdaneta, Miguel Ángel Gallegos Matos, les informó que la aeronave no
fue tumbada, ni tampoco se estrelló, “realizó un aterrizaje forzoso,
pero en vista de que la zona es alta en minerales como el coltán el
helicóptero tiene un apagado completo. Esa es la única verdad que nos
han dicho”, explicó Marcano.
Ya han pasado 22 días y las
interrogantes siguen latentes entre los familiares. Algunos ya han
abandonado Amazonas, mientras que otros se mantienen a la espera de
respuestas.
Admiten que desde hace un tiempo reciben es solo silencio, ya son pocos los parientes que quedan en el sitio.
Mantiene la esperanza
Alejandro de Jesús Mariño de
19 años, era uno de los soldados que iba en la aeronave. Su mamá
Milagros Sanoja, afirmó que la tarjeta bancaria de su hijo ha sido
utilizada cuatro veces después del siniestro, específicamente el 3, 5,
18, y 23 de enero, motivo por el cual mantiene la esperanza de que este
vivo.
La mujer aseguró que su hijo
fue subido a la fuerza en ese vuelo, debido a que al soldado le
correspondía salir de permiso el 27 de diciembre. Afirma que ni el
comandante del 521 Batallón Urdaneta, lugar donde Alejandro prestaba
servicio, tuvo conocimiento del viaje.
eluniversal.com / PABLEYSA OSTOS