La adolescente de 15 años hizo furor en las redes sociales con su performance.
En el siguiente video se muestra a una joven bailarina de 15 años practicando una difícil técnica del ballet. Pero lo que la hace especial no es que la desarrolle a la perfección, sino su talla corporal. Esto ha potenciado a Lizzie como modelo inspiración para miles de mujeres a amar su cuerpo y tener confianza en ellos.
Howel usa el baile como terapia a los problemas que ha tenido que enfrentar desde muy niña. Su madre falleció cuando ella cursaba el preescolar. A parte de esto, posee una condición médica que requiere medicación. Bailar para ella es una forma de regular el exceso de líquido en el cerebro, para prolongar su vida. La misma Howell manifiesta que el baile es emocional, ya que "si tengo un buen día, voy a bailar. Si tengo un mal día, voy a bailar", sostiene.
Lizzi se volvió viral cuando público un video en Instagram, en noviembre pasado. En este, ella enseñaba a niñas más jóvenes. Desde entonces, su grabación ha tenido cerca de 215 mil reproducciones y compartidos. Además, posee más de 68.000 seguidores en la red social.
La disciplina de la bailarina es total, practicando de lunes a viernes dos horas diarias, junto con asistir a ensayos los fines de semana.
Todo este esfuerzo ha traído sus frutos, ya que, como se ve en el video en el cual hace 11 giros, aunque Howell se jacta que en un buen día puede hacer 32 sin parar. Aparte del ballet, también toca jazz, baila contemporáneo y tap.
Cuando crezca, Howell quiere que su carrera esté relacionada con la danza. Desea ser bailarina profesional de Broadway o una científica profesional que enseñe baile.
A pesar que Lizzie ha estado bailando durante 10 años, su fama llegó de manera repentina. Con esto, los comentarios hirientes no se hicieron esperar. Pero Howell muestra una actitud positiva contra estos. "Me río de la mayoría de ellos. Algunos sólo los suprimo, pero a los divertidos sí les respondo", confiesa
24horas.cl
En el siguiente video se muestra a una joven bailarina de 15 años practicando una difícil técnica del ballet. Pero lo que la hace especial no es que la desarrolle a la perfección, sino su talla corporal. Esto ha potenciado a Lizzie como modelo inspiración para miles de mujeres a amar su cuerpo y tener confianza en ellos.
Howel usa el baile como terapia a los problemas que ha tenido que enfrentar desde muy niña. Su madre falleció cuando ella cursaba el preescolar. A parte de esto, posee una condición médica que requiere medicación. Bailar para ella es una forma de regular el exceso de líquido en el cerebro, para prolongar su vida. La misma Howell manifiesta que el baile es emocional, ya que "si tengo un buen día, voy a bailar. Si tengo un mal día, voy a bailar", sostiene.
Lizzi se volvió viral cuando público un video en Instagram, en noviembre pasado. En este, ella enseñaba a niñas más jóvenes. Desde entonces, su grabación ha tenido cerca de 215 mil reproducciones y compartidos. Además, posee más de 68.000 seguidores en la red social.
La disciplina de la bailarina es total, practicando de lunes a viernes dos horas diarias, junto con asistir a ensayos los fines de semana.
Todo este esfuerzo ha traído sus frutos, ya que, como se ve en el video en el cual hace 11 giros, aunque Howell se jacta que en un buen día puede hacer 32 sin parar. Aparte del ballet, también toca jazz, baila contemporáneo y tap.
Cuando crezca, Howell quiere que su carrera esté relacionada con la danza. Desea ser bailarina profesional de Broadway o una científica profesional que enseñe baile.
A pesar que Lizzie ha estado bailando durante 10 años, su fama llegó de manera repentina. Con esto, los comentarios hirientes no se hicieron esperar. Pero Howell muestra una actitud positiva contra estos. "Me río de la mayoría de ellos. Algunos sólo los suprimo, pero a los divertidos sí les respondo", confiesa
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