Chile, campeón de la Copa América, y México, ganador de la Copa de
Oro 2015, iniciarán la Copa Confederaciones de Rusia 2017 (17 junio-2
julio) en diferentes grupos, según el sorteo celebrado este sábado en
Kazán.
En la llave A estará México junto a Rusia, Portugal y Nueva Zelanda, mientras que Chile quedó encuadrado en la B, junto con Alemania, vigente campeón mundial, Australia y el vencedor de la Copa de África 2017, que se conocerá el 5 de febrero.
“Lo haremos lo mejor posible y jugaremos con nuestro mejor jugador (Cristiano Ronaldo), si está en forma y no lesionado”, dijo Fernando Santos, seleccionador portugués.
“Es un equipo que se está transformando, pero mantiene un alto nivel. Yo, personalmente, admiro a Fernando Santos, seguí sus partidos en la pasada Eurocopa”, añadió el seleccionador mexicano, el colombiano Juan Carlos Osorio.
Los partidos se jugarán en Kazán, Moscú, San Petersburgo y Sochi. Este torneo es considerado un ensayo general del Mundial que organizará Rusia en 2018.
Según el formato de la Confederaciones, los dos primeros de cada grupo se cruzarán en semifinales. Los ganadores disputarán la final.
“Claro que vendremos a Rusia con nuestro mejor equipo. Tengo algunos meses para decidir, pero daré una oportunidad a los jóvenes jugadores”, dijo Low este sábado.
“Es un privilegio para nosotros poder enfrentar al último campeón del mundo. Vamos a disfrutarlo y esperar que las cosas salgan bien. Es una buena prueba para nosotros”, señaló el argentino Juan Antonio Pizzi, seleccionador chileno.
A 202 días del comienzo del torneo, Rusia se enfrenta a múltiples desafíos, con estadios que tienen atrasos, casos de corrupción que ensucian los preparativos y el mal momento del equipo nacional, 55º en la clasificación FIFA, entre Israel y Arabia Saudí.
La delicada situación de Rusia quedó confirmada en la pasada Eurocopa de Francia, cuando no superó la primera fase sin haber logrado un triunfo y con su imagen manchada por el comportamiento violento de sus ultras.
Sin partidos oficiales al estar clasificado para el Mundial como organizador, competir en la Confederaciones será una buena piedra de toque para el combinado local. Deberá sorprender a Portugal y México, teóricos favoritos de la llave, para alcanzar las semifinales.
En lo que respecta a las infraestructuras, el estadio de San Petersburgo, que recibirá la final el 2 de julio, es el símbolo de las dificultades que atraviesa el país para preparar el Mundial, que comenzará en 564 días.
Su construcción, que comenzó en 2007, ha estado marcada por los atrasos. El terreno, que debe disponer de una tecnología que permita su retirada en el caso de que el recinto no se utilice para el fútbol, no funciona correctamente.
Además la semana pasada el antiguo vicegobernador de San Petersburgo Marat Oganesyan fue arrestado por fraude en un caso que implicaba a la empresa encargada del estadio.
“Cumpliremos nuestras obligaciones. La Copa del Mundo es el mayor evento deportivo mundial y haremos todo para garantizar un alto nivel de organización”, dijo este sábado Mutko.
“El estadio de Sochi se terminará en noviembre y el de San Petersburgo en diciembre. En marzo y abril haremos pruebas con partidos amistosos”, añadió sobre un recinto que acogerá el sábado 17 de junio el duelo Rusia-Nueva Zelanda, apertura de la Confederaciones.
Entonces el combinado dirigido por el exentrenador del Legia Varsovia Stanislav Tchertchessov, nombrado en agosto tras la debacle en la Eurocopa, tendrá toda la presión para ganar al campeón de Occeanía, 110º de la lista FIFA.
“Tenemos que estudiar a los adversarios. Conocemos a Portugal, tenemos información sobre México y un poco menos sobre Nueva Zelanda”, dijo Tchertchessov.
ElNorte.com.ve / AFP
En la llave A estará México junto a Rusia, Portugal y Nueva Zelanda, mientras que Chile quedó encuadrado en la B, junto con Alemania, vigente campeón mundial, Australia y el vencedor de la Copa de África 2017, que se conocerá el 5 de febrero.
“Lo haremos lo mejor posible y jugaremos con nuestro mejor jugador (Cristiano Ronaldo), si está en forma y no lesionado”, dijo Fernando Santos, seleccionador portugués.
“Es un equipo que se está transformando, pero mantiene un alto nivel. Yo, personalmente, admiro a Fernando Santos, seguí sus partidos en la pasada Eurocopa”, añadió el seleccionador mexicano, el colombiano Juan Carlos Osorio.
Los partidos se jugarán en Kazán, Moscú, San Petersburgo y Sochi. Este torneo es considerado un ensayo general del Mundial que organizará Rusia en 2018.
Según el formato de la Confederaciones, los dos primeros de cada grupo se cruzarán en semifinales. Los ganadores disputarán la final.
Alemania, gran favorito
La generación dorada de Chile, capaz de ganar dos ediciones consecutivas de la Copa América (2015 y 2016), tendrá una dura prueba en la primera fase; la campeona del Mundo Alemania, prodigio de regularidad en los grandes torneos con un grupo de jugadores muy consolidado y Joachim Low al mando desde 2006.“Claro que vendremos a Rusia con nuestro mejor equipo. Tengo algunos meses para decidir, pero daré una oportunidad a los jóvenes jugadores”, dijo Low este sábado.
“Es un privilegio para nosotros poder enfrentar al último campeón del mundo. Vamos a disfrutarlo y esperar que las cosas salgan bien. Es una buena prueba para nosotros”, señaló el argentino Juan Antonio Pizzi, seleccionador chileno.
A 202 días del comienzo del torneo, Rusia se enfrenta a múltiples desafíos, con estadios que tienen atrasos, casos de corrupción que ensucian los preparativos y el mal momento del equipo nacional, 55º en la clasificación FIFA, entre Israel y Arabia Saudí.
La delicada situación de Rusia quedó confirmada en la pasada Eurocopa de Francia, cuando no superó la primera fase sin haber logrado un triunfo y con su imagen manchada por el comportamiento violento de sus ultras.
Sin partidos oficiales al estar clasificado para el Mundial como organizador, competir en la Confederaciones será una buena piedra de toque para el combinado local. Deberá sorprender a Portugal y México, teóricos favoritos de la llave, para alcanzar las semifinales.
En lo que respecta a las infraestructuras, el estadio de San Petersburgo, que recibirá la final el 2 de julio, es el símbolo de las dificultades que atraviesa el país para preparar el Mundial, que comenzará en 564 días.
Su construcción, que comenzó en 2007, ha estado marcada por los atrasos. El terreno, que debe disponer de una tecnología que permita su retirada en el caso de que el recinto no se utilice para el fútbol, no funciona correctamente.
Rusia-Nueva Zelanda, la apertura
“Es una historia muy triste, los constructores nos prometieron que van a corregir todo al final de año”, comentó el viernes el presidente ruso Vladimir Putin sobre un terreno de juego que se retira de “manera inestable”, según el propio viceprimer ministro ruso Vitali Mutko.Además la semana pasada el antiguo vicegobernador de San Petersburgo Marat Oganesyan fue arrestado por fraude en un caso que implicaba a la empresa encargada del estadio.
“Cumpliremos nuestras obligaciones. La Copa del Mundo es el mayor evento deportivo mundial y haremos todo para garantizar un alto nivel de organización”, dijo este sábado Mutko.
“El estadio de Sochi se terminará en noviembre y el de San Petersburgo en diciembre. En marzo y abril haremos pruebas con partidos amistosos”, añadió sobre un recinto que acogerá el sábado 17 de junio el duelo Rusia-Nueva Zelanda, apertura de la Confederaciones.
Entonces el combinado dirigido por el exentrenador del Legia Varsovia Stanislav Tchertchessov, nombrado en agosto tras la debacle en la Eurocopa, tendrá toda la presión para ganar al campeón de Occeanía, 110º de la lista FIFA.
“Tenemos que estudiar a los adversarios. Conocemos a Portugal, tenemos información sobre México y un poco menos sobre Nueva Zelanda”, dijo Tchertchessov.
ElNorte.com.ve / AFP