El primer mandatario nacional afirmó que las
negociaciones con la oposición, que se iniciará el 30 de octubre,
continuarán durante los dos próximos años
Con
esta frase, durante un discurso en la base aérea del estado Aragua para
celebrar los 96 años de la Aviación Militar y 24 años del segundo
intento de golpe de Estado del 27 de noviembre de 1992, el presidente de
la República, Nicolás Maduro, advirtió de nuevo a la oposición que en
la mesa de diálogo, su gobierno no cederá ante demandas
“inconstitucionales” que entre otras cosas, exigen la terminación
adelantada de su mandato, prevista para 2019. “Ellos saben que no nos vamos a rendir ni por las buenas ni por las malas”.
El primer mandatario se quejó que por ello sus adversarios han querido dar por terminadas las conversaciones iniciadas el 30 de octubre, con la mediación del Vaticano, los expresidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero; de República Dominicana, Leonel Fernández y de Panamá Martín Torrijos, además de una representación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
“Hemos propuesto en la mesa un tratado de regularización del conflicto histórico para levantar la economía y salir de esta guerra económica y debe ser apoyado. Basta de tanto llamado al odio y la discutidera de asuntos que no interesan a los venezolanos (…) Esta mesa de diálogo es un instrumento creado por la revolución para evitar la guerra, por eso seguirá instalada todo el 2017 y 2018 y no permitiré que nadie se levante”, exclamó Maduro.
A principios de la semana pasada, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), alertó que la representación del Ejecutivo no asistió a dos reuniones de la instancia de conversaciones y que había intenciones, desde Miraflores, de “congelar” el proceso.
Ello provocó que Rodríguez Zapatero se reuniera el pasado miércoles con Maduro, quien aseguró que las negociaciones continuaban.
Presión
Pero el secretario Ejecutivo de la MUD, Jesús “Chúo” Torrealba, aseguró que el Gobierno sí tenía intenciones de abandonar el diálogo y que fue la presión de los mediadores lo que lo impidió.
“La opinión pública internacional ejerció presión y por eso es que se produce en horas de la tarde del miércoles el recule del presidente Nicolás Maduro (…) el Gobierno llegó obligado al diálogo y no pudo salirse por el altísimo costo que tendría que pagar ante la opinión pública internacional y el aislamiento en el que quedaría”, subrayó.
Desde el estado Carabobo, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Henry Ramos Allup, apuntó que el diálogo no está llegando a ninguna parte porque el Ejecutivo se niega a cumplir con compromisos adquiridos como el reconocimiento a la institucionalidad del parlamento, por lo que reiteró su temor de que los encuentros entre rojos y opositores puedan cesar en cualquier momento.
Para el diputado de la AN Hugbel Roa (Psuv), la principal traba en el diálogo es la solicitud de elecciones para sacar a Maduro del poder, planteamiento que, señala, no es viable porque por un lado, la MUD no cumplió con los requisitos para convocar a un referendo revocatorio y por el otro, el período presidencial finaliza en el año 2019.
El primer mandatario se quejó que por ello sus adversarios han querido dar por terminadas las conversaciones iniciadas el 30 de octubre, con la mediación del Vaticano, los expresidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero; de República Dominicana, Leonel Fernández y de Panamá Martín Torrijos, además de una representación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
“Hemos propuesto en la mesa un tratado de regularización del conflicto histórico para levantar la economía y salir de esta guerra económica y debe ser apoyado. Basta de tanto llamado al odio y la discutidera de asuntos que no interesan a los venezolanos (…) Esta mesa de diálogo es un instrumento creado por la revolución para evitar la guerra, por eso seguirá instalada todo el 2017 y 2018 y no permitiré que nadie se levante”, exclamó Maduro.
A principios de la semana pasada, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), alertó que la representación del Ejecutivo no asistió a dos reuniones de la instancia de conversaciones y que había intenciones, desde Miraflores, de “congelar” el proceso.
Ello provocó que Rodríguez Zapatero se reuniera el pasado miércoles con Maduro, quien aseguró que las negociaciones continuaban.
Presión
Pero el secretario Ejecutivo de la MUD, Jesús “Chúo” Torrealba, aseguró que el Gobierno sí tenía intenciones de abandonar el diálogo y que fue la presión de los mediadores lo que lo impidió.
“La opinión pública internacional ejerció presión y por eso es que se produce en horas de la tarde del miércoles el recule del presidente Nicolás Maduro (…) el Gobierno llegó obligado al diálogo y no pudo salirse por el altísimo costo que tendría que pagar ante la opinión pública internacional y el aislamiento en el que quedaría”, subrayó.
Desde el estado Carabobo, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Henry Ramos Allup, apuntó que el diálogo no está llegando a ninguna parte porque el Ejecutivo se niega a cumplir con compromisos adquiridos como el reconocimiento a la institucionalidad del parlamento, por lo que reiteró su temor de que los encuentros entre rojos y opositores puedan cesar en cualquier momento.
Para el diputado de la AN Hugbel Roa (Psuv), la principal traba en el diálogo es la solicitud de elecciones para sacar a Maduro del poder, planteamiento que, señala, no es viable porque por un lado, la MUD no cumplió con los requisitos para convocar a un referendo revocatorio y por el otro, el período presidencial finaliza en el año 2019.