Pese a que el 1° y el 2 de noviembre se honran como días de los
difuntos, fechas que son consideradas buena temporada por los vendedores
de flores en los camposantos, las proyecciones que tienen los
comerciantes no son las más favorables.
Héctor Flores, quien expende la mercancía en las afueras del cementerio de Barcelona, indicó que los costos en los últimos meses han sido incrementados en un 70%.
Detalló que en el caso de los tipos flores que más se comercializan están los pompones, cuyo valor por docena es de Bs. 1.900, mientras que hace un par de meses, el costo era de Bs. 1.200.
Señaló que los compradores deben llevar más de dos para surtir los porrones de una sola tumba.
El comerciante manifestó que por el incremento de la mercancía por parte de los proveedores, han solicitado la intervención de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), a fin de que se supervisen los precios de la mercancía.
Según el expendedor, las ventas registran una caída de un 60%, debido a los elevados precios.
“La gente ahorita para llevar un ramito en Bs. 1.900 prefiere comprar un paquete de harina o arroz, la prioridad de la mayoría es la compra de alimentos, mientras que estas cosas pasaron a un segundo plano”, sostuvo.
Refirió que debido a los constantes aumentos y al descenso de la demanda, de los 12 vendedores fijos que había en las afueras del cementerio de Barcelona, quedan ocho.
“La gente está buscando otras alternativas, puesto que ya este negocio no es del todo rentable”, manifestó.
Por su parte, Manuel López, otro de los comerciantes, reiteró la misma situación. Refirió que en su negocio registra una baja en la demanda de 60%.
Los familiares de los difuntos señalaron que ahora no reponen las flores con la misma frecuencia de antes.
“Anteriormente, yo venía cada quince días a visitar a mis muertos y les cambiaba sus flores, pero ahora eso no se puede hacer porque implicaría un gasto exagerado”, señaló la señora Carmen Maita.
Guillermo Rodríguez/ Vendedor
Las ventas están más bajas que nunca, cada vez hay menos clientes. La gente sigue viniendo al cementerio a visitar a sus difuntos pero ya no compran las flores con la misma constancia de antes, por eso las ventas según nuestros propios cálculos han caído en un 60 por ciento y hasta más en los últimos meses.
Milagros Rojas/ Consumidora
Yo opté por comprar flores de plástico y colocárselas a la tumba de mi madre, en vista de que las naturales están demasiado costosas. El otro problema que hay es que cuando uno viene al cementerio se han llevado lo que uno le pone.
Diario Metopolitano / Anny Guaicara
Héctor Flores, quien expende la mercancía en las afueras del cementerio de Barcelona, indicó que los costos en los últimos meses han sido incrementados en un 70%.
Detalló que en el caso de los tipos flores que más se comercializan están los pompones, cuyo valor por docena es de Bs. 1.900, mientras que hace un par de meses, el costo era de Bs. 1.200.
Señaló que los compradores deben llevar más de dos para surtir los porrones de una sola tumba.
El comerciante manifestó que por el incremento de la mercancía por parte de los proveedores, han solicitado la intervención de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), a fin de que se supervisen los precios de la mercancía.
Según el expendedor, las ventas registran una caída de un 60%, debido a los elevados precios.
“La gente ahorita para llevar un ramito en Bs. 1.900 prefiere comprar un paquete de harina o arroz, la prioridad de la mayoría es la compra de alimentos, mientras que estas cosas pasaron a un segundo plano”, sostuvo.
Refirió que debido a los constantes aumentos y al descenso de la demanda, de los 12 vendedores fijos que había en las afueras del cementerio de Barcelona, quedan ocho.
“La gente está buscando otras alternativas, puesto que ya este negocio no es del todo rentable”, manifestó.
Por su parte, Manuel López, otro de los comerciantes, reiteró la misma situación. Refirió que en su negocio registra una baja en la demanda de 60%.
Los familiares de los difuntos señalaron que ahora no reponen las flores con la misma frecuencia de antes.
“Anteriormente, yo venía cada quince días a visitar a mis muertos y les cambiaba sus flores, pero ahora eso no se puede hacer porque implicaría un gasto exagerado”, señaló la señora Carmen Maita.
Guillermo Rodríguez/ Vendedor
Las ventas están más bajas que nunca, cada vez hay menos clientes. La gente sigue viniendo al cementerio a visitar a sus difuntos pero ya no compran las flores con la misma constancia de antes, por eso las ventas según nuestros propios cálculos han caído en un 60 por ciento y hasta más en los últimos meses.
Milagros Rojas/ Consumidora
Yo opté por comprar flores de plástico y colocárselas a la tumba de mi madre, en vista de que las naturales están demasiado costosas. El otro problema que hay es que cuando uno viene al cementerio se han llevado lo que uno le pone.
Diario Metopolitano / Anny Guaicara