Ausentismo laboral en Anzoátegui aumentó 40% debido al bachaqueo

Ante la necesidad de muchos por abastecer sus alacenas, en promedio las personas se ausentan hasta mediodía de sus trabajos para comprar comida 

Nélida Medina cambia su rutina laboral todos los miércoles. Es precisamente ese día de la semana que el último dígito de su cédula se convierte en una suerte de “llave mágica” que le permite comprar artículos regulados en centros de expendio de la zona norte de Anzoátegui.

“En la oficina somos cuatro personas y nuestro jefe nos permite salir durante dos horas en la mañana cuando nos toca, porque está consciente de la necesidad que tenemos todos de mantener abastecidas nuestras despensas con productos que poco se consiguen”, confiesa la barcelonesa.
La historia de Medina es una de las tantas que se cuentan a diario en Venezuela y que, además, pone nombre y apellido a la realidad del ausentismo laboral que se vive en el sector comercial e industrial desde hace más de año y medio.
De hecho, la directiva de la Federación de Trabajadores del estado Anzoátegui (Fetranzoátegui) estima que en la región el vacío en puestos de trabajo alcanza 40 %. Es decir, que de cada 10 empleados, cuatro incumplen con sus tareas del día.
Tito Barrero, presidente del ente gremial regional, asegura que las faltas reiteradas del personal en una organización tienen que ver con el llamado “bachaqueo”, práctica que muchos llevan a cabo por necesidad, o en otros casos, que han tomado como alternativa laboral.
“Para nadie es un secreto que hay que hacer largas colas para comprar productos de la cesta básica, por lo que muchas personas deben pedir permiso en sus trabajos o llegan a acuerdos con sus patronos para ausentarse”, comenta Barrero.
Apunta que en la entidad, el comercio informal tuvo un crecimiento de 60% durante el último año, a consecuencia del déficit salarial y los índices inflacionarios.
A juicio de Barrero, el alza de la “buhonería” en el estado también es producto directo de la disminución de la oferta laboral, aunque no precisó estadísticas sobre ese particular.
De acuerdo con sus datos, 255 empresas de la zona industrial Los Montones en Barcelona han cerrado este año, situación que pone en jaque la producción, el abastecimiento y la generación de empleos en Anzoátegui.
“El presidente de la República, (Nicolás Maduro), habla de los motores económicos, mientras que el sistema sigue estancado. Nosotros creemos que estos motores se fundieron antes de tiempo y que tampoco se aprovechó el fulano decreto de emergencia económica que duró tres meses y que ahora volvió a aprobar”, opina Barrero.
Para el presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) en Anzoátegui, Héctor Luna, el ausentismo laboral “perfora” el sistema económico del país.
Considera que parte de la fuerza laboral se escuda en la Ley Orgánica del Trabajo, Trabajadores y Trabajadoras (Lottt) para irrespetar algunas normas de sus sitios de empleo y también ausentarse.
“Hay empleados que aprovechan estos beneficios para hacer cosas que no deberían. De ese modo se irrespeta muchas reglas y las empresas terminan dañadas por este tipo de actitudes que toman algunos”, advierte.
El ausentismo laboral, engloba Luna, tiene un impacto negativo en el sector industrial y comercial, donde en los últimos 12 meses hubo una caída de 60% en la producción y 40% en ventas.
“Las pérdidas, además de la falta de los trabajadores, también se ha dado por otros factores, como la escasez de materia prima para activar el aparato económico interno y los cortes eléctricos programados”, argumenta.
En toda la entidad, cada vez hay menos plazas de empleo que ofrecerle a la población productiva, advierte el vocero gremial, quien reporta que la oferta laboral también se redujo 40% solo entre mayo de 2015 y mayo de este año.

Responsabilidad

El miembro del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y diputado al Consejo Legislativo del estado Anzoátegui (Cleanz), José Castro, admite que el Estado venezolano no ha hecho lo suficiente para acabar con las colas.
En contraste, menciona que el Ejecutivo nacional ha hecho esfuerzos importantes para garantizar la estabilidad laboral, entre ellos, los aumentos progresivos de salario y otros beneficios como el bono de alimentación.
“Todos estos problemas siguen sucediendo desde un punto de vista capitalista. No podemos decir que estamos viviendo en socialismo, ni con el expresidente (Hugo) Chávez ni con (Nicolás) Maduro, aunque suene polémico”, reconoce el legislador.
Desde las filas del PCV -sostiene- se ha emplazado a las instituciones a hacer cumplir los horarios laborales por considerar que de ese modo se contrarresta la migración de empleados formales al sector informal.
“Muchas personas terminan dedicándose al llamado bachaqueo. Ciertamente, el gobierno no ha tomado medidas al respecto y hoy en día parece que el tema se ha salido propiamente del control del Estado”, sentencia Castro.
El legislador expone que su partido elevó una propuesta nacional para crear juntas populares de abastecimiento, las cuales -dice- sacarían de las colas a la masa trabajadora y distribuirían productos de manera más organizada.
“En las colas vemos a empleados y no dueños de empresas. Si se pudiese coordinar de manera organizada que cada quien compre en sus sitios de empleo, imagínate la cantidad de personas que se beneficiarían y compraran sin moverse de sus trabajos”, argumenta Castro.

Contraste social

El sociólogo y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Carlos Raúl Hernández, califica el ocio como “un arma de destrucción de la sociedad”, al referirse sobre los días libres decretados por Maduro para el sector público.
Insiste en que la sociedad necesita del trabajo para su crecimiento y prosperidad, por lo que valora de forma “muy negativa” el ausentismo laboral y sus causas inmediatas.
“En Venezuela, 50% de los jóvenes en edad productiva debe ejercer trabajos en el sector informal, por lo que eso habla muy mal de nuestro sistema económico y nuestro aparato productivo”, aduce Hernández.
La permanencia de un individuo en su hogar, critica el experto, disminuye sus perspectivas positivas de la vida y lo condenan a vivir bajo angustia, desesperanza y desasosiego.
“El ser humano se adapta muy rápido, así que si envías a una de estas personas a un país donde se trabaja y se cumplen las leyes, este individuo automáticamente imitará este modelo de vida. Aquí se está institucionalizando la flojera”, añade Hernández.
El también sociólogo Argenis Osorio no considera que la compra de comida por número de cédula sea un elemento determinante en el ausentismo laboral, pero resalta que es una de las tantas opciones dentro del abanico de excusas de los trabajadores.
Desestima que el bachaqueo haya aumentado la falta de personas en sus puestos de trabajos y comenta que el tema del desacato de trabajadores a sus horarios de trabajo ha sido una constante desde siempre.
“Hay otros factores que han determinado el ausentismo laboral por años en Venezuela, como el consumo de alcohol durante los fines de semana. También el desánimo por los salarios que no alcanzan por la inflación”, declara Osorio.

Acciones legales

El presidente de Fedecámaras en Anzoátegui, Héctor Luna, sostuvo que varios entes gremiales introdujeron una demanda al Estado venezolano ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por el desinterés del Gobierno de crear las comisiones tripartistas que puedan lograr acuerdos en materia social y económica con la clase trabajadora del país. Menciona la no firma de la renovación de contrataciones colectivas y la fijación de mejoras salariales como algunos de los argumentos de la demanda.

ElNorte.com.ve / Paúl Rivas González