Lo que antes era el sitio ideal para el
esparcimiento y el disfrute de la gente, hoy es una muestra de la crisis
que se vive en el país.
En el Paseo de La Cruz y El Mar, antes conocido como paseo Colón, de 20 kioscos de comida rápida que laboraban a diario al final del bulevar, 10 han cerrado por la escasez y el incremento de los alimentos.
Los que aún permanecen abiertos, en ocasiones sus dueños se ven obligados a cerrar por la falta de ingredientes para ofrecer el servicio.
Marilyn Gutiérrez, quien labora como cocinera en uno de los negocios, expresó que el ambiente ya no es el mismo de antes, puesto que la gente va muy poco debido a los altos costos a los que están obligados a ofrecer la comida.
Detalló que la hamburguesa más costosa hace unos tres meses no excedía los Bs. 900, mientras que ahora están entre los dos mil 500 y los tres mil bolívares.
El otro problema con el que tienen que lidiar los vendedores son los constantes robos. Según Richard García, dueño del Punto del Turismo, en lo que va de año han robado entre ocho y 10 tráilers. “El último fue la semana pasada, donde se metieron por debajo del kiosco y sacaron todo lo que se pudieron llevar”, detalló.
También destacó que los postes que conforman el alumbrado de la zona tienen tres meses dañados, lo que también contribuye con la falta de clientes.
Diario Metropolitano / Anny Guaicara
En el Paseo de La Cruz y El Mar, antes conocido como paseo Colón, de 20 kioscos de comida rápida que laboraban a diario al final del bulevar, 10 han cerrado por la escasez y el incremento de los alimentos.
Los que aún permanecen abiertos, en ocasiones sus dueños se ven obligados a cerrar por la falta de ingredientes para ofrecer el servicio.
Marilyn Gutiérrez, quien labora como cocinera en uno de los negocios, expresó que el ambiente ya no es el mismo de antes, puesto que la gente va muy poco debido a los altos costos a los que están obligados a ofrecer la comida.
Detalló que la hamburguesa más costosa hace unos tres meses no excedía los Bs. 900, mientras que ahora están entre los dos mil 500 y los tres mil bolívares.
El otro problema con el que tienen que lidiar los vendedores son los constantes robos. Según Richard García, dueño del Punto del Turismo, en lo que va de año han robado entre ocho y 10 tráilers. “El último fue la semana pasada, donde se metieron por debajo del kiosco y sacaron todo lo que se pudieron llevar”, detalló.
También destacó que los postes que conforman el alumbrado de la zona tienen tres meses dañados, lo que también contribuye con la falta de clientes.
Diario Metropolitano / Anny Guaicara