Los videos causaron mucha controversia en las redes sociales. Carlos
Silva, propietario de un Marinos de Anzoátegui y exlanzador de Grandes
Ligas, golpeó, sin motivo aparente, a Argenis Martínez, gerente
deportivo de Gigantes de Guayana.
El dirigente envió un comunicado en el que pidió disculpas por lo sucedido y aceptó la sanción de no entrar a una cancha de LPB por lo que queda de año; sin embargo, Silva accedió a hablar con Líder en Deportes sobre la situación ocurrida.
“Lo primero que quiero aclarar es que esto no es para excusarme ni para defenderme. Todo fue una respuesta a lo que sucedió el día anterior (viernes), que fueron cosas peores. Un jugador se tiró a las gradas, un técnico golpeó a una persona y al día siguiente hubo muchas provocaciones; lamentablemente, caí en las provocaciones, porque no es primera vez que pasa. Argenis Martínez, a quien no quiero acusar de nada, ha tenido gestos que molestan al fanático. No estoy contento con lo que hice”, dijo Silva vía telefónica.
Sobre la seguridad del gimnasio Luis Ramos, el dirigente no considera que haya fallas graves, aunque se comprometió a trabajar más fuerte para resolver el problema.
“Yo no inventé la violencia, esto está arraigado. Yo la vivo desde el día uno que asumí a Marinos, y no pude interpretarla a tiempo para prevenirla. Todos debemos trabajar para mejorar en ese aspecto. Yo me pongo a la orden y atento desde ya, creo que el primer paso es jugar limpio”, prosiguió.
Se ha nombrado a barras específicas en el recinto oriental, que han fomentado la violencia. Silva descartó los comentarios: “No podemos echarles la culpa a los fanáticos. Si los directivos de los equipos se prestan para provocar al fanático, van a suceder esas cosas. Hubo señas groseras con el dedo, el jugador lanzó agua al público primero. Una fanaticada tan aguerrida como esa, claramente, se va a molestar. En Venezuela se vive el deporte con mucha pasión, y cuando los fanáticos son ofendidos, así haya mil guardias de seguridad, no los para nadie. No podemos dispararles, o algo así”.
La LPB tiene entre sus estatutos que los equipos deben entrar y salir por puertas diferentes; por tal razón, llama la atención que Martínez y Silva se hayan encontrado tras el cotejo: “Por cuestión de infraestructura, tengo que pasar por donde está él. Cuando uno va al camerino, automáticamente, hay que cruzar el tabloncillo, por eso nos encontramos”.
ElNorte.com.ve
El dirigente envió un comunicado en el que pidió disculpas por lo sucedido y aceptó la sanción de no entrar a una cancha de LPB por lo que queda de año; sin embargo, Silva accedió a hablar con Líder en Deportes sobre la situación ocurrida.
“Lo primero que quiero aclarar es que esto no es para excusarme ni para defenderme. Todo fue una respuesta a lo que sucedió el día anterior (viernes), que fueron cosas peores. Un jugador se tiró a las gradas, un técnico golpeó a una persona y al día siguiente hubo muchas provocaciones; lamentablemente, caí en las provocaciones, porque no es primera vez que pasa. Argenis Martínez, a quien no quiero acusar de nada, ha tenido gestos que molestan al fanático. No estoy contento con lo que hice”, dijo Silva vía telefónica.
Sobre la seguridad del gimnasio Luis Ramos, el dirigente no considera que haya fallas graves, aunque se comprometió a trabajar más fuerte para resolver el problema.
“Yo no inventé la violencia, esto está arraigado. Yo la vivo desde el día uno que asumí a Marinos, y no pude interpretarla a tiempo para prevenirla. Todos debemos trabajar para mejorar en ese aspecto. Yo me pongo a la orden y atento desde ya, creo que el primer paso es jugar limpio”, prosiguió.
Se ha nombrado a barras específicas en el recinto oriental, que han fomentado la violencia. Silva descartó los comentarios: “No podemos echarles la culpa a los fanáticos. Si los directivos de los equipos se prestan para provocar al fanático, van a suceder esas cosas. Hubo señas groseras con el dedo, el jugador lanzó agua al público primero. Una fanaticada tan aguerrida como esa, claramente, se va a molestar. En Venezuela se vive el deporte con mucha pasión, y cuando los fanáticos son ofendidos, así haya mil guardias de seguridad, no los para nadie. No podemos dispararles, o algo así”.
La LPB tiene entre sus estatutos que los equipos deben entrar y salir por puertas diferentes; por tal razón, llama la atención que Martínez y Silva se hayan encontrado tras el cotejo: “Por cuestión de infraestructura, tengo que pasar por donde está él. Cuando uno va al camerino, automáticamente, hay que cruzar el tabloncillo, por eso nos encontramos”.
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