Ciudadanos chinos: “No queremos irnos, Venezuela es nuestro hogar”

El más grande éxodo chino, causado por guerras y malas condiciones en ese país por la revolución de 1960, se repite para sus ciudadanos
 
 Hay una silente pero constante realidad que se ha intensificado con el pasar de los meses: cada día hay más abastos de comerciantes chinos con las santamarías abajo.
Otro fenómeno ligado a la misma comunidad, es que ahora hay muchos abastos semi-cerrados, es decir, que no permiten que la gente entre a comprar.
El exsecretario del Club Chino de Lechería, Samuel Tang, asevera que eso pasa por varias razones, entre ellas que tienen poca mercancía debido al alto precio de las divisas, el auge de la delincuencia y que, además, cuando llegan productos regulados a los abastos, se viven olas de violencia de las que en vano intentan protegerse.
El dueño del abasto La Importadora China, fundado hace décadas y ubicado en el centro comercial La Gran Parada de Puerto La Cruz, Manuel Jung, afirma que los comerciantes asiáticos no escapan de la crisis socioeconómica por la que atraviesa el país.
“Estamos aguantando la pela, no existe importación y el inventario que hay es producción nacional. El costo de cada reposición de mercancía viene aumentado hasta en 50%. Ya ni podemos comprar nada al mayor”, cuenta Jung, quien tiene más de 30 años viviendo en la jurisdicción.
El antiguo Automercado Vistamar se convirtió en el Restaurante Vistamar. Un trabajador del local contó que su jefe anterior decidió irse porque el local no producía suficiente dinero para sustentar a la familia, y que además habían sido víctimas del hampa en numerosas oportunidades.
El presidente del Centro Chino en El Tigre, Alejandro Liang, asegura que en la zona sur del estado también se comienza a replicar la situación.
“No está fácil, hay gente que vive únicamente de su negocio, y si no están ganando lo suficiente y tienen familias que mantener, no les queda otra opción que probar suerte en otro lado”, asegura Liang.
Afirma que antes era muy fácil trabajar aquí y ahora no tanto. “Son muchos obstáculos: la adquisición de dólares, los problemas de importación, los costos del proceso y las soluciones son pocas. Hay que aguantar lo más que se pueda con lo que hay”, expresó.
Más de 12 mil
Según el censo de 2011 del Instituto Nacional de Estadística, en la última década la población china creció 57% pasó de 9 mil 854 a 15 mil 456.
El presidente de la Federación China de Venezuela, Fay Chen, dijo en junio de 2015 que la colonia de sus compatriotas en nuestro país alcanzaba hasta unas 200 mil personas.
El expresidente de la agrupación, Antonio Lee Ng, aseguró años antes que eran más de 400 mil.
Y recientemente el embajador Zhao Bentang afirmó que Puerto La Cruz es una de las ciudades con más residentes chinos. Además destacó que en Anzoátegui hay unos 12 mil asiáticos.
Sin embargo, su permanencia en el país se ha visto en peligro. Tang certifica que los más afectados son los pequeños empresarios.
“Es una situación muy difícil para nuestra comunidad, sobre todo para los que tienen abastos y restaurantes. Es complicado para alguien tomar la decisión de emigrar, mucho más hacerlo dos veces”.
“Conozco paisanos que se han devuelto a China pero hay otros que se han ido a Colombia, Chile, Estados Unidos, Canadá y Panamá. Para todos ellos Venezuela era su hogar, pero todos los seres humanos estamos en una constante búsqueda de un lugar donde podamos vivir bien.
No obstante, sea cual sea la situación, siempre nos apoyamos entre todos para sobrellevar juntos”, dijo Tang, quien tiene más de 50 años haciendo vida en el país.
Pero no todos han perdido la esperanza. Susana Chang, quien tiene más de 20 años en el país, es dueña del comercial King City de Puerto La Cruz y dice que no tienen planes de irse.
“Seguimos pa’ lante, trabajando con tres empleados y con inventario corto. No tenemos planes de cerrar el negocio aunque no se descarta la posibilidad. No queremos irnos, Venezuela es nuestro hogar”.

Primera ola
La más grande migración china, durante los años 60, fue causada por guerras y precariedades debido a la revolución de Mao Zedong. En ese momento, Venezuela se ofrecía como una oportunidad. El país ahora tiene la segunda mayor comunidad de ciudadanos asiáticos en América Latina.

Eltiempo.com.ve / Arianna De Sousa