La falta “absoluta” de divisas, el impago de $1,6
millardos a proveedores externos y congelamiento de precios llevaron a
la suspensión de plantas de productos como salsa de tomate
El industrial explicó
que en los últimos cuatro meses se registró un descenso de 10% de las
operaciones de las 96 empresas afiliadas, por la falta de materia prima,
que incluye el cese de la producción de atún, gelatina, salsa de
tomate, bebidas en polvo, flan en polvo, avena, mortadela, carne
(enlatada) y quesos untables. Mes y medio después de que la Cámara Venezolana de la Industria de
los Alimentos (Cavidea) presentara al Ejecutivo su propuesta para
recuperar la producción y no obtuviera respuesta, su presidente Manuel
Felipe Larrazábal advirtió que la contracción del sector sigue
agravándose, al punto que fue suspendida la producción de nueve rubros y
otros cuatro están en riesgo de parálisis.
Expuso que, por ejemplo, “una de las fábricas emblemáticas de ketchup se encuentra sin pasta de tomate”, y tampoco hay lomo de atún.
La crítica situación de los inventarios de insumos para procesar alimentos -según alertó - ha puesto también bajo riesgo “inminente” la elaboración de galletas, refrescos, aceite y salchichas.
Añadió que tampoco hay suficientes huevos formulados para elaborar mayonesa; la industria panadera tiene dos semanas de inventario, mientras es precario el abastecimiento de envases de aluminio, plástico y vidrio, “lo que afecta la continuidad operativa de las plantas”.
Al desglosar las razones del descalabro productivo, Larrazábal acusa la “falta absoluta” de divisas para adquirir materia prima, insumos, repuestos y envases; el incumplimiento en el pago de $1 mil 600 millones a los proveedores internacionales; el “ilegal” congelamiento de los precios y la disminución de la productividad laboral, ya que 42% de las empresas presentan una cifra de 30% de ausentismo de los trabajadores.
El presidente de Cavidea lamentó que el gremio no haya sido invitado a participar en el Consejo Nacional de Economía constituido por el Gobierno para enfrentar la crisis, pero destacó que urge la aplicación de medidas porque “la realidad de la industria ha alcanzado niveles de extrema criticidad”.
Propuesta
Cavidea aseguró que está a la espera de la convocatoria del Gobierno para concretar su plan de cuatro aristas que en 90 días puede mejorar el abastecimiento.
Apuntó la necesidad de permitir el acceso inmediato y suficiente a divisas, reconocer la deuda comercial con proveedores externos (refinanciamiento), incentivar la producción nacional y ajustar los precios de rubros regulados.
Sobre esto último, sugirió elevar de Bs 19 a Bs 81 el kilo de harina de maíz (326%); el de arroz de Bs 25 a Bs 102 (308%), de Bs 15 a Bs 141 el de pasta (840%) y de Bs 28 a BS 212 el litro de aceite (657%) para cubrir los costos de producción.
Larrazábal dijo que “muchas” empresas están cerrando por estas distorsiones. No obstante, el ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, dijo que con la activación del motor agroalimentario -la semana pasada- se garantizará la materia prima para todo 2016, y que el Gobierno ya está aprobando recursos para “los rubros de agroquímicos, fertilizantes, maquinaria agrícola y medicina veterinaria”.
Expuso que, por ejemplo, “una de las fábricas emblemáticas de ketchup se encuentra sin pasta de tomate”, y tampoco hay lomo de atún.
La crítica situación de los inventarios de insumos para procesar alimentos -según alertó - ha puesto también bajo riesgo “inminente” la elaboración de galletas, refrescos, aceite y salchichas.
Añadió que tampoco hay suficientes huevos formulados para elaborar mayonesa; la industria panadera tiene dos semanas de inventario, mientras es precario el abastecimiento de envases de aluminio, plástico y vidrio, “lo que afecta la continuidad operativa de las plantas”.
Al desglosar las razones del descalabro productivo, Larrazábal acusa la “falta absoluta” de divisas para adquirir materia prima, insumos, repuestos y envases; el incumplimiento en el pago de $1 mil 600 millones a los proveedores internacionales; el “ilegal” congelamiento de los precios y la disminución de la productividad laboral, ya que 42% de las empresas presentan una cifra de 30% de ausentismo de los trabajadores.
El presidente de Cavidea lamentó que el gremio no haya sido invitado a participar en el Consejo Nacional de Economía constituido por el Gobierno para enfrentar la crisis, pero destacó que urge la aplicación de medidas porque “la realidad de la industria ha alcanzado niveles de extrema criticidad”.
Propuesta
Cavidea aseguró que está a la espera de la convocatoria del Gobierno para concretar su plan de cuatro aristas que en 90 días puede mejorar el abastecimiento.
Apuntó la necesidad de permitir el acceso inmediato y suficiente a divisas, reconocer la deuda comercial con proveedores externos (refinanciamiento), incentivar la producción nacional y ajustar los precios de rubros regulados.
Sobre esto último, sugirió elevar de Bs 19 a Bs 81 el kilo de harina de maíz (326%); el de arroz de Bs 25 a Bs 102 (308%), de Bs 15 a Bs 141 el de pasta (840%) y de Bs 28 a BS 212 el litro de aceite (657%) para cubrir los costos de producción.
Larrazábal dijo que “muchas” empresas están cerrando por estas distorsiones. No obstante, el ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, dijo que con la activación del motor agroalimentario -la semana pasada- se garantizará la materia prima para todo 2016, y que el Gobierno ya está aprobando recursos para “los rubros de agroquímicos, fertilizantes, maquinaria agrícola y medicina veterinaria”.
Divisas
10 por ciento de las divisas que ingresan al país, es decir, $3 mil 500 millones, es lo que requiere la industria de los alimentos para levantar la producción. El presidente de Cavidea, Manuel Felipe Larrazábal, insistió en que estos recursos son vitales para abastecer a las plantas de materia prima, insumos, repuestos y maquinaria.
10 por ciento de las divisas que ingresan al país, es decir, $3 mil 500 millones, es lo que requiere la industria de los alimentos para levantar la producción. El presidente de Cavidea, Manuel Felipe Larrazábal, insistió en que estos recursos son vitales para abastecer a las plantas de materia prima, insumos, repuestos y maquinaria.
Crítica
El presidente de Cavidea, Manuel Felipe Larrazábal, señaló que mantener congelados los precios estimula la especulación, por el desvío de productos al mercado informal, donde son vendidos a costos exorbitantes, mientras se saca del juego a la industria y el comercio que no pueden cubrir costos.
El presidente de Cavidea, Manuel Felipe Larrazábal, señaló que mantener congelados los precios estimula la especulación, por el desvío de productos al mercado informal, donde son vendidos a costos exorbitantes, mientras se saca del juego a la industria y el comercio que no pueden cubrir costos.