Los vendedores informales de la calle Venezuela del casco central de
Puerto La Cruz siguen renuentes ante las amenazas de desalojo que han
recibido por parte de los directivos de la Alcaldía de Sotillo y
Seguridad Ciudadana. Tras un recorrido realizado ayer por el equipo
reporteril del diario El Norte, se constató que los buhoneros siguen
haciendo y deshaciendo a lo largo de la arteria vial, que -según relato
de los mismos transeúntes- se convirtió en un caos.
La vendedora Claudia López señaló que ya ellos están apoderados de esos espacios, alegó que las áreas se han convertido más que en su sitio de venta, en un estilo de vida.
“Dicen que nos quieren sacar, pues que nos den una opción para dónde irnos. Dicen que están haciendo proyectos, pues que nos terminen de tomar en cuenta de una vez por todas, ya estamos cansados de mamaderas de gallo”, sentenció.
Otra de las vendedoras de la calle Venezuela identificada como Analí Martínez ve como injusta la forma tan agresiva como han llegado algunas autoridades.
“Aquí nos quieren tratar como si fuéramos unos animales, como que no tuviéramos familia y el único pecado que tenemos es las ganas de querer trabajar”, dijo.
Matraqueo
Trascendió en medio del recorrido y según denuncias de algunos comerciantes cuyos nombres optaron por dejar en reserva, que los mismos funcionarios policiales son quienes les cobran vacunas para permanecer en el lugar.
“Aquí lo que pasa es que no atacan el problema de raíz, que investiguen y lleguen al fondo para ver quién es el que está faltando o violando la ley”, según declaración anónima.
ElNorte.com.ve / Zorymar Medina
La vendedora Claudia López señaló que ya ellos están apoderados de esos espacios, alegó que las áreas se han convertido más que en su sitio de venta, en un estilo de vida.
“Dicen que nos quieren sacar, pues que nos den una opción para dónde irnos. Dicen que están haciendo proyectos, pues que nos terminen de tomar en cuenta de una vez por todas, ya estamos cansados de mamaderas de gallo”, sentenció.
Otra de las vendedoras de la calle Venezuela identificada como Analí Martínez ve como injusta la forma tan agresiva como han llegado algunas autoridades.
“Aquí nos quieren tratar como si fuéramos unos animales, como que no tuviéramos familia y el único pecado que tenemos es las ganas de querer trabajar”, dijo.
Matraqueo
Trascendió en medio del recorrido y según denuncias de algunos comerciantes cuyos nombres optaron por dejar en reserva, que los mismos funcionarios policiales son quienes les cobran vacunas para permanecer en el lugar.
“Aquí lo que pasa es que no atacan el problema de raíz, que investiguen y lleguen al fondo para ver quién es el que está faltando o violando la ley”, según declaración anónima.
ElNorte.com.ve / Zorymar Medina