Zona norte recibe solo 52% del agua potable que necesitan sus habitantes #Anzoategui

De los 6 mil litros de agua por segundo que requiere la población del área metropolitana, apenas le llegan 3 mil 250

Pasan los años, aumenta la población, se proyectan obras que no se ejecutan y los habitantes de zona norte siguen recibiendo igual cantidad de agua potable que hace 20 años, lo que ahora representa solo el 52% de la demanda, según el Centro de Ingenieros del estado Anzoátegui (Cianz).
El canal de Caratal, que surte de agua cruda a las plantas potabilizadoras José Antonio Anzoátegui y El Rincón, para abastecer luego a los municipios Sotillo, Guanta, Bolívar y Urbaneja; se hizo pequeño para la exigencia del eje metropolitano.
Las constantes fallas del servicio en todos los sectores son la evidencia de que se necesita instaralar una nueva toma del río Neverí, expone el presidente del Cianz, Freddy López. El proyecto es necesario, agrega, desde el año 2007.
La toma actual de Caratal, ubicado en Sotillo, parece ser -bajo ese panorama- una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento, ante el colapso de la red de agua potable.
Con esto concuerda el ministro de Ecosocialismo y Aguas, Guillermo Barreto. En su reciente visita a la entidad, admitió que es “obligatorio” ampliar la capacidad de distribución del recurso hídrico desde esa zona hacia los cuatro municipios.
Según Barreto, la obra sería ejecutada el próximo año, en un convenio entre la Compañía Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) y Petróleos de Venezuela (Pdvsa), para paliar la carga económica. Ese presupuesto, dijo la autoridad, se ajustó a la realidad del país.
El inicio (pospuesto) de la ampliación estaba previsto para 2015, según anunció el 8 de febrero de este año el entonces gerente de Hidrocaribe zona norte, Edgar Mata, quien estimaba que con los trabajos se elevaría el suministro de agua de 3 mil a 6 mil litros por segundo.
Para esa fecha se aprobaron Bs. 27 millones. Pero esa no fue la primera vez que se autorizó recursos para este proyecto. Desde 2007, cuando se dio a conocer el plan, se ha destinado, por orden del Ejecutivo nacional, más de 1.642 millones de bolívares.
Menos de lo requerido
El ingeniero López explica que la necesidad de abastecimiento de la zona metropolitana está por encima de los 6 mil litros por segundo (LPS), pero solo recibe 3 mil 250 LPS.

“Es lamentable todo lo que se ha dejado de hacer, al no ejecutar, el proyecto de la nueva toma sobre el río Neverí, ya que su construcción pudiera garantizar esa cantidad en la Planta de El Rincón y, junto a unas modificaciones en la planta de Barcelona, podría llegar a 2 mil litros, para un total de unos 8 mil litros por segundo a la zona norte del estado. Esto cubriría la demanda”, resalta.
El canal de Caratal, construido en 1957 por orden del presidente Marcos Pérez Jiménez, se ideó con fines agrícolas, para el de plantaciones de café y cacao del eje norte, pero en realidad se usa, desde su misma creación, spara surtir de agua a más 734 mil personas.
Su capacidad inicial de 7 mil LPS disminuyó a 3 mil 500 -dijo López- debido, entre otras situaciones, a las múltiples tomas ilegales en zonas como Los Mangos, Curaguaro, Guaicaita, Boquerón, Cambural, El Salto, Tucupido, Pequín, Carrasposo y Caratal, en sus 18 kilómetros de trayecto.
Anzoátegui excluido
Ante la necesidad de suministrar una mayor cantidad de agua a la zona metropolitana, y previendo el crecimiento demográfico, en 1982 se comienza la construcción del embalse de Turimiquire, en Sucre, el cual distribuiría 15 metros cúbicos, 5 para Cumaná y Margarita y 10 para la conurbanización de Guanta, Puerto La Cruz, Lechería y Barcelona.
Pero en 1987, durante el llenado de la toma, se hicieron cambios en la concepción original y Anzoátegui quedó por fuera, al eliminar la tubería que llevaría agua por gravedad hasta la entidad.

Luego se procedió a desarrollar el proyecto de ampliación de suministro, desde Caratal, en 1998, para lo cual Hidrocaribe logró el apoyo financiero del banco Interamericano.
El plan ha sido revisado y actualizado en diferentes oportunidades.
En 2007, la entonces ministra del Ambiente (hoy Ministerio para el Ecosocialismo y Aguas), Yubirí Ortega, ordenó la ejecución inmediata del proyecto, luego de una falla de borde del canal que dejó sin agua al norte del estado por una semana.
Luego de reconocer que el canal había cumplido su vida útil, Ortega aseguró que se disponía de 15 mil millones de bolívares (Bs. 15 millones actuales). No obstante, el proyecto sigue sin ejecutarse.
En mayo de 2013, durante una visita, el presidente Nicolás Maduro ordenó comenzar la construcción, tras aprobar Bs. 1.600 millones 200 mil.
Contaminación
Aparte de la deficiencia hídrica, el río Neverí presenta un grave problema de contaminación.
Diferentes inspecciones e informes de la Comisión de Ambiente del Concejo Municipal de Sotillo, presidida por la edil María Daniela Carreño, confirmaron que hay contaminación en el canal de Caratal.
Esto se conoció luego de las denuncias de habitantes del sector La Floresta en la zona rural de esa jurisdicción.
Carreño aseguró que el daño al afluente se debe a que las familias han hecho puentes sobre el canal y casas a las orillas, además de usarlo de balneario.

También instó al Instituto Nacional de Tierras (Inti) a hacer cumplir la prohibición de invasiones, decretada a escala nacional.
El pasado 17 de julio, informó que desde ese día se iniciarían los correctivos. Sin embargo, el expresidente de Hidrocaribe, Nelson Valecillos (sustituido este viernes por Beatriz Marcano), desestimó las denuncias y dijo que mantienen el acondicionamiento del río, con químicos, para garantizar la calidad del agua.
Los compuestos usados, precisó, son policloruro y sulfato de aluminio, cal hidratada, hipoclorito de calcio y de sodio, polímero y gas cloro; necesarios para potabilizar el agua en las 25 plantas operativas en los estados Sucre, Nueva Esparta y Anzoátegui.
Daños de estructura
Habitantes de los alrededores del canal de Caratal denuncian que en los últimos dos años se han producido supuestos saboteos, debido a la facilidad de acceso de la gente hacia las compuertas que permiten aumentar y disminuir el nivel del agua.
Miguel Amantina, residente de Cambural, aseguró que grupos provenientes de otros lugares cierran las compuertas, pero las autoridades responsabilizan a los vecinos por los hechos vandálicos.
“Aquí no hay ni un solo trabajador de Hidrocaribe, al menos, que se quede chequeando la actividad en las compuertas, ni se verifica cómo está el agua y menos si hay tomas o desagües hacia el canal”, criticó.
Jesús Sifontes, del sector Carrasposo, responsabilizó a la compañía por la contaminación de Caratal.
“Ha sido negligencia de la empresa porque no hay vigilancia ni limpieza en los bordes del canal, y allí caen desde animales muertos, hasta árboles y químicos de la gente que lava dentro del canal”, comentó Sifontes.
La representante del consejo comunal de Caratal, Lenilemy Mariño, indicó que el 25 de junio la comunidad cerró las compuertas, como medida de potesta para exigir el restablecimiento de la electricidad y luego de eso, autoridades policiales e Hidrocaribe acordaron ejecutar patrullaje en la zona.
Pero la vocera lamentó que, hasta la fecha, no han visto oficiales dé seguridad, brigadas ambientalistas, ni personal de la prestadora del servicio.
“Si alguien quisiera hacerle daño a toda la zona norte, puede fácilmente venir a la compuerta y causar zozobra quitando el agua. Eso, por ahora, no hay quien lo evite”, advirtió.
Trabajo mancomunado
Especialistas recomiendas establecer la mancomunidad de las alcaldías de la zona norte (Guanta, Sotillo, Urbaneja y Bolívar) para asumir la prestación del servicio de tratado de las aguas residuales. Además, piden buscar soluciones desde los diferentes puntos de vista: administrativo, financiero y operativo. Aseguran que es necesaria la construcción de nuevas plantas de tratamiento en Anzoátegui”.

ElNorte.com.ve /  Yosemarys González/ECS