En Bergantín y Mundo Nuevo se
requieren torrefactoras, almacenes y nuevas plántulas para que en cuatro
años el estado se convierta en potencia productora del grano
“Anzoátegui es un estado con un alto potencial productivo, con la
facilidad de convertirse en potencia nacional por la riqueza de sus
tierras”, así lo manifestó el gobernador de la entidad Aristóbulo
Istúriz durante la primera edición de ExpoAnzoátegui a principios de
julio.
Con esas palabras Istúriz rememoró lo que fue su discurso de campaña
para convertirse en el mandatario regional, cuando en octubre de 2012
aseguró que recuperaría toda la vialidad que conduce a las zonas
agrícolas.
El entonces candidato por el Partido Socialista Unido de Venezuela
(Psuv) informó, que a través del Ministerio de Transporte Terrestre, se
ejecutaría de manera priorizada la recuperación y el bacheo de las vías y
planteó que para el primer trimestre de 2013 toda la vialidad agrícola
estaría asfaltada.
Sin embargo, las vías cafetaleras continúan en mal estado. Así lo
reveló el presidente del Consejo Campesino de Café, Orángel Lozada,
quien agregó que la situación “frena el crecimiento económico del
estado”, y que continúan a la espera de la Fiesta del Asfalto en
sectores agrícolas.
Más de 220 kilómetros de carretera hacia sectores cafetaleros de
Bergantín y zonas aledañas como El Zamuro, La Panela, Las Montañas, El
Cielo, El Chorro, La Nevera, Buenos Aires, Cerro Negro, Santa Cruz, La
Palmita, Quebrada Bonita están “inservibles”, de acuerdo a Lozada.
Para Lozada, es precisamente el café, quien lleva la delantera en
cuanto a producción agrícola en el estado, pese a que además se cosecha
ají, cebolla, pimentón, maíz entre otros, llegando a producir hasta 40
mil quintales en épocas de cosechas.
Al mismo tiempo indicó que los productores del grano atraviesan un momento crítico que amenaza la siembra de café en el Oriente.
Unificación
La diputada por el Psuv al parlamento regional Dinorah Requena, afirma que hay que programar una inversión para la vialidad agrícola y plantea la unificación de los principales ejes cafetaleros (Mundo Nuevo, Santa Inés y Bergantín) para que trasladen su producto de manera más rápida, ya que las carreteras “están casi destruidas en su totalidad”.
La diputada por el Psuv al parlamento regional Dinorah Requena, afirma que hay que programar una inversión para la vialidad agrícola y plantea la unificación de los principales ejes cafetaleros (Mundo Nuevo, Santa Inés y Bergantín) para que trasladen su producto de manera más rápida, ya que las carreteras “están casi destruidas en su totalidad”.
“Queremos que la población haga mantenimiento de sus vías, porque
mientras esperan que un programa de vialidad agrícola regrese al punto
por donde pasó, es mucho tiempo y al terminar todo el trabajo, el tramo
inicial ya está deteriorado de nuevo”, dijo Requena.
Por su parte, el alcalde del municipio Simón Bolívar, Guillermo
Martínez, aseguró que se han rehabilitado 51 kilómetros de la vialidad y
se comprometió en reforzar la tarea en el segundo semestre de este año.
Sin embargo, acotó que es necesario acondicionar 250 kilómetros más
de vías agrícolas en el estado, más la construcción de un kilómetro para
llegar de Bergantín a El Cielo.
Café en caída
Lozada detalló que Anzoátegui agrupa a 7.000 productores de café en los municipios Freites, Carvajal, Sotillo, Libertad y Bolívar, este último donde se concentran las tierras más productivas como Bergantín, El Cielo, El Zamuro, El Chorro, Buenos Aires, La Nevera y zonas aledañas.
Lozada detalló que Anzoátegui agrupa a 7.000 productores de café en los municipios Freites, Carvajal, Sotillo, Libertad y Bolívar, este último donde se concentran las tierras más productivas como Bergantín, El Cielo, El Zamuro, El Chorro, Buenos Aires, La Nevera y zonas aledañas.
Por su parte, el coordinador de la Empresa de Producción Socialista
Café Bergantín (EPS), Jorge Rodríguez, aseguró que solo hay 900
productores de café, cifra que dependerá del organismo que realice el
censo.
“El problema es que llegan a contar hasta 10 mil productores de café
porque incluyen a todos los miembros de la familia y a trabajadores de
la hacienda, pero como productor de café solo se cuenta al dueño del
terreno donde se cosecha”, explicó Rodríguez.
El presidente del Consejo Campesino de Café aseguró que este año ha disminuido la cosecha en el municipio Bolívar.
Para él, han sido muchas las condiciones adversas para que la
producción cafetalera retome el auge que tuvo hace 12 años, cuando logró
su más alto nivel, llegando a cosechar más de 35 mil quintales al año.
Los altos costos para siembra y cosecha que incluye la mano de obra,
el traslado del producto y la vieja data de las plántulas se suman a la
falta de motivación y colaboración de las autoridades regionales.
Sin embargo, el alcalde Martínez hace énfasis en que este año han
tenido récord en producción de café, gracias a la recuperación de la
vialidad.
Cada quintal de café equivale a 46 kilogramos, y para lograr un
quintal son necesarios cinco sacos de café verde, de acuerdo al
productor Orángel Lozada.
El explicó que en todo el estado durante el último año se logró la
cosecha de 8.000 quintales de café, y aunque para la cosecha 2015-2016
estiman llegar a los 14.000 quintales entre los municipios Freites
(4.000), Carvajal (1.500), Sotillo (600), Libertad (3.500) y Bolívar
(4.500), todo depende de los factores climáticos.
Riesgo de extinción
“Tuvimos una sequía agresiva que trajo consigo la pérdida de 135 hectáreas de café a causa de un fuerte incendio producto de las altas temperaturas, y aunque esa era la cifra que estimábamos, ya vemos que la meta no podrá ser alcanzada”, explicó Lozada.
“Tuvimos una sequía agresiva que trajo consigo la pérdida de 135 hectáreas de café a causa de un fuerte incendio producto de las altas temperaturas, y aunque esa era la cifra que estimábamos, ya vemos que la meta no podrá ser alcanzada”, explicó Lozada.
El también productor cafetalero aseguró que esta pérdida pone en
riesgo la próxima producción de café, que estima esté lista para mayo de
2016, dado que cada cosecha toma ocho meses.
“Esta zona que quedó devastada, representa una importante porción de
la cosecha que llega a los hogares anzoatiguenses y la región oriental,
pero que además deja desprotegida a unas 30 familias que se dedican a la
actividad cafetalera”, indicó Lozada.
Mientras que Rodríguez, aseveró que las hectáreas quemadas,
representan apenas un 5% de las tierras productoras en el área cafetero,
ya que “las 135 hectáreas dañadas, son las que menos producen en la
región”.
El presidente del consejo cafetalero, dice que son pocas las
probabilidades de recuperar estas hectáreas, al menos a corto plazo,
pero hay dos posibilidades: rehabilitar las plantas con poco porcentaje
de éxito o renovar totalmente la plantación.
“Para rehabilitar hay que limpiar las plantas y aplicar urea, y
aunque el Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT) y la Corporación
para el Desarrollo Rural Integral Sustentable del estado Anzoátegui
(Cordagro) buscan el químico, es difícil encontrarlo por la situación
del país”, expresó Lozada.
“Otra posibilidad es renovar las plántulas de café durante tres años
seguidos, porque estas plantas hay que cambiarlas cada cierto tiempo, y
es lo más sustentable para que se pueda dar la cosecha completa”,
agregó.
Esta opción es apoyada por la diputada Requena, quien dice que esas
plantaciones de café hay que reposicionarlas, “pero también hay que
preservar las otras especies de plantas que allí se desaparecieron”.
“Hay también que plantar árboles más grandes que los cafetales, como
pinos, para proteger las plantaciones de café de enfermedades y de
incendios”, explicó
El presidente del Consejo Cafetalero explicó que, en cada hectárea se
deben plantar 8.000 plántulas, lo que quiere decir que para reactivar
las 135 hectáreas quemadas se requieren al menos 1 millón 80 mil
plántulas.
Lozada recomienda que esta renovación se haga en todas las hectáreas
cafetaleras aunque no al mismo tiempo, porque el estado se quedaría sin
café y los productores tendrían entre tres y cuatro años sin sustento.
“El café genera hasta 12 mil empleos indirectos, y la actual situación
pone en riesgo el trabajo de todos esos obreros”, agregó.
“Es preciso que el estado apoye la fomentación de semilleros para
renovar los cafetales viejos y lograr pasar de ocho mil a 40 mil
quintales de café al año, y así poder convertirnos en potencia”, indicó
Lozada.
En proyecto
Dinorah Requena aseguró que desde el 2014 se discute la ley de semillas, para que cada productor cuente con un espacio exclusivamente para proteger las semillas y usarlas en situaciones de pérdidas.
Dinorah Requena aseguró que desde el 2014 se discute la ley de semillas, para que cada productor cuente con un espacio exclusivamente para proteger las semillas y usarlas en situaciones de pérdidas.
“Hay gente que recibe ayuda financiera y trabaja a pérdida
intencionalmente, y luego no pagan los créditos. Esa ley buscará evitar
eso y que luego no se consigan las semillas en otros mercados”, comentó
Requena.
La legisladora pone sobre la mesa otro planteamiento para recuperar
las cosechas. “Hay terrenos que no están produciendo, y una vez
solucionado el tema de las semillas, se pueden poner a producir por el
sistema de avíos, que es regar las semillas por vía aérea aprovechando
la temporada de lluvias que garantice la cosecha”.
Necesidades
El presidente del Consejo Campesino de Cafetaleros, Orángel Lozada expresó que además de lo antes expuesto, es preciso ampliar la producción del café, que se logrará a través de la implementación de nuevos almacenes.
El presidente del Consejo Campesino de Cafetaleros, Orángel Lozada expresó que además de lo antes expuesto, es preciso ampliar la producción del café, que se logrará a través de la implementación de nuevos almacenes.
“Solo en Bergantín se requieren al menos tres secadoras porque aunque
en varias oportunidades han ofrecido dos, es insuficiente,
torrefactoras y semilleros”, dijo Lozada.
Detalló que actualmente cuentan con tres galpones; uno para las
máquinas, otro para torrefacción y un tercero para almacenar el café
mientras llega la trilla que comparten con el Consejo Comunal Brisas de
Buenos Aires, que guarda allí 365 sacos de cemento, los cuales piden
sean trasladados a otro lugar.
Sobre la planta torrefactora ubicada en Bergantín para el secado del
café, Lozada mencionó que es insuficiente por el tiempo que tarda para
procesar todo el café de varias zonas.
Requena por su parte, asume que aunque se logró hace 12 años esta
planta para Bergantín, era necesario colocarla en otras zonas de acuerdo
al nivel de produccion, pero por el más facil acceso esta población y
por la tradición del café en el sector, se instaló allí.
Más gastos que ganancias
El presidente del Consejo Cafetalero manifestó que la escasez de café en la zona oriental se debe además de la mala vialidad a que muchos productores han dejado de cosechar por dedicarse e a otras actividades ante los gastos que genera la producción.
El presidente del Consejo Cafetalero manifestó que la escasez de café en la zona oriental se debe además de la mala vialidad a que muchos productores han dejado de cosechar por dedicarse e a otras actividades ante los gastos que genera la producción.
“Se obtienen Bs 4.223 por cada quintal de café al productor, pero
debemos pagar mano de obra para sacar la cosecha y el traslado de los
granos hasta el centro de acopio. Un viaje debe llevar solo 25 quintales
por el estado de la vialidad y cada viaje se paga en seis mil
bolívares”, detalló Lozada.
“Existe el riesgo de perder un caucho o alguna otra pieza de las
camionetas que pueden pasar por la zona, y es lo que más pasa, por lo
que se debe comprar un neumático nuevo hasta por 85 mil bolívares. Es
gasto y más gasto”, agregó.
También explica que se requieren al menos diez obreros en fincas para
sacar la cosecha por dos meses, y deben garantizarle el pago y sus
comidas diarias para garantizar que el trabajador permanezca en los
terrenos. “Solo en un almuerzo para 10 trabajadores por 15 días se
gastan 100 mil bolívares, además de los sueldos”.
Lozada asegura que aunque quisieran generar mayores beneficios, están
obligados a permanecer vendiendo a bajo costo porque hay una ley que
así lo regula.
El coordinador de Café Bergantín, Jorge Rodríguez, manifestó por su
parte que la escasez del café no obedece a la baja producción sino a la
guerra económica que se viene implementando desde el 2014 en todos los
sectores donde el kilo de café permanece en Bs. 47.46 .
Además, comenta que los productores prefieren venderle a las empresas
privadas por un doble del precio real, y van directamente al mercado
ilegal o se escurre por la frontera hacia Colombia, lo que termina con
el hecho de que se venda un kilo de café en la calle hasta en Bs. 1.000.
ElNorte.com.ve / Yosemarys González/ECS