De acuerdo con el expresidente de la Cámara Ferretera Nacional,
Mauricio Tancredi, la escasez de divisas ha generado un desequilibrio en
la distribución y venta de productos
Un
trabajador que gane salario mínimo (Bs 6 mil 746) podría invertir hasta
25% de su ingreso para comprar sólo un paquete con dos focos
ahorradores de 20 vatios por Bs 1 mil 657, que antes tenía un valor
aproximado de Bs 450. La falta de divisas ha provocado profundas distorsiones en la venta
de artículos de iluminación, por lo que el polémico bachaqueo también
migró al sector ferretería y los bombillos se convirtieron en un
producto codiciado, con precios onerosos y difícil de conseguir.
“Sólo hemos recibido cuatro despachos y todas las veces han sido marcas y precios diferentes”, dijo a El Tiempo Manuel Hernández, empleado de una reconocida cadena de ferretería.
Hernández explicó que las irregularidades en la distribución del rubro comenzaron en junio de 2014. Especificó que el mismo tipo de bombillo ahorrador de 30 vatios que hace un año valía Bs 500 o menos, ahora puede costar Bs 1 mil 500 (un incremento de más de 200%). Otros modelos de mayor voltaje se consiguen a Bs 3 mil o más. Refirió que desde inicios de 2015 no hay mercancía en el inventario, pues cada pedido que llega se vende de inmediato. “Aunque a algunos les parezca caro, igual los bombillos no duran más de un par de semanas”.
Para el expresidente de la Cámara Ferretera Nacional (CFN) y empresario del sector iluminación, Mauricio Tancredi, el déficit de divisas es la raíz del problema, debido a que en Venezuela no existen fábricas de bombillos y toda la oferta es importada. Destacó que en este momento la mayoría de los productos son traídos desde países como China, Japón y Vietnam en lugar de Estados Unidos o Europa.
Indicó que la última asignación de recursos en dólares se hizo a finales de 2014 a través de las subastas del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) y resaltó que el Simadi no es una alternativa viable.
“También sufrimos las consecuencias de los problemas para adquirir dólares. Estamos importando 30% menos de lo que se compraba en 2014”, subrayó Tancredi.
Mercado negro
José Domínguez, propietario de una ferretería en el oeste de Caracas, aseveró que las dificultades para comercializar bombillos provocaron la aparición de un mercado negro. Aseguró que sus proveedores le han suministrado menos de la mitad de la mercancía que necesita. “Han venido unos supuestos proveedores a ofrecerme cajas de bombillos que el Gobierno vende a Bs 60, pero al triple de ese precio”.
En promedio un bombillo de luz incandescente (no ahorrador) de 60 vatios cuesta hasta Bs 200, mientras que hace un año no llegaba a Bs 100.
Apuntó que la mayoría de los productos son de origen chino y que muchos clientes se quejan de la baja calidad. “Antes la gente no recordaba cuándo fue la última vez que cambió el bombillo de la sala o el baño, pero ahora se quejan porque sólo les dura un mes”.
El Gobierno prevé instalar al cierre de mayo 11 mil focos ahorradores como parte de la campaña promotora del consumo eficiente del servicio.
No obstante, Tancredi dijo que la única forma de corregir los desequilibrios es mediante la creación de estrategia conjunta entre las autoridades y los empresarios.
“Sólo hemos recibido cuatro despachos y todas las veces han sido marcas y precios diferentes”, dijo a El Tiempo Manuel Hernández, empleado de una reconocida cadena de ferretería.
Hernández explicó que las irregularidades en la distribución del rubro comenzaron en junio de 2014. Especificó que el mismo tipo de bombillo ahorrador de 30 vatios que hace un año valía Bs 500 o menos, ahora puede costar Bs 1 mil 500 (un incremento de más de 200%). Otros modelos de mayor voltaje se consiguen a Bs 3 mil o más. Refirió que desde inicios de 2015 no hay mercancía en el inventario, pues cada pedido que llega se vende de inmediato. “Aunque a algunos les parezca caro, igual los bombillos no duran más de un par de semanas”.
Para el expresidente de la Cámara Ferretera Nacional (CFN) y empresario del sector iluminación, Mauricio Tancredi, el déficit de divisas es la raíz del problema, debido a que en Venezuela no existen fábricas de bombillos y toda la oferta es importada. Destacó que en este momento la mayoría de los productos son traídos desde países como China, Japón y Vietnam en lugar de Estados Unidos o Europa.
Indicó que la última asignación de recursos en dólares se hizo a finales de 2014 a través de las subastas del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) y resaltó que el Simadi no es una alternativa viable.
“También sufrimos las consecuencias de los problemas para adquirir dólares. Estamos importando 30% menos de lo que se compraba en 2014”, subrayó Tancredi.
Mercado negro
José Domínguez, propietario de una ferretería en el oeste de Caracas, aseveró que las dificultades para comercializar bombillos provocaron la aparición de un mercado negro. Aseguró que sus proveedores le han suministrado menos de la mitad de la mercancía que necesita. “Han venido unos supuestos proveedores a ofrecerme cajas de bombillos que el Gobierno vende a Bs 60, pero al triple de ese precio”.
En promedio un bombillo de luz incandescente (no ahorrador) de 60 vatios cuesta hasta Bs 200, mientras que hace un año no llegaba a Bs 100.
Apuntó que la mayoría de los productos son de origen chino y que muchos clientes se quejan de la baja calidad. “Antes la gente no recordaba cuándo fue la última vez que cambió el bombillo de la sala o el baño, pero ahora se quejan porque sólo les dura un mes”.
El Gobierno prevé instalar al cierre de mayo 11 mil focos ahorradores como parte de la campaña promotora del consumo eficiente del servicio.
No obstante, Tancredi dijo que la única forma de corregir los desequilibrios es mediante la creación de estrategia conjunta entre las autoridades y los empresarios.
Falla general
Israel González, empresario del sector ferretero, aseguró que la es- casez no sólo está presente en artículos de iluminación, sino que también hay fallas en el abastecimiento de cables, plásticos y productos metálicos (alambres, clavos y tornillos). Sin embargo, aclaró que pese al incremento de precios la demanda no ha caído.
Israel González, empresario del sector ferretero, aseguró que la es- casez no sólo está presente en artículos de iluminación, sino que también hay fallas en el abastecimiento de cables, plásticos y productos metálicos (alambres, clavos y tornillos). Sin embargo, aclaró que pese al incremento de precios la demanda no ha caído.