Escasez y especulación también afecta a jugueros #PuertoLaCruz

Entre 50 y 60 bolívares se encuen­tra actualmente un jugo de melón, lechosa, patilla, piña y guayaba, en la mayoría de los puestos del centro de Puerto La Cruz.
 
 La escasez de azúcar y su precio en el mercado negro llevó a los jugueros informales a aumentar, por segunda vez en lo que va de año, el costo de los batidos que ofrecen a los clientes.
Entre 50 y 60 bolívares se encuen­tra actualmente un jugo de melón, lechosa, patilla, piña y guayaba, en la mayoría de los puestos del centro de Puerto La Cruz. Mientras que los de fresa, guanábana, mora y durazno están en Bs 70.
El último incremento, realizado hace unas semanas, ha hecho que las ventas se disminuyan casi en 50% porque “tomarse un juguito” ya no está dentro de las opciones económi­cas y saludables para refrescarse.
“La situación está fuerte para nosotros porque todo está caro y si no trabajamos ¿cómo comemos?”, dijo preocupado Julio Morales, quien tiene 12 años en el oficio.
Sólo en cinco kilos de azúcar a Bs 70 cada uno, gasta 350 bolívares diariamente este vendedor, porque se le hace casi imposible comprar al mayor y a precio regulado.
Recordó cuando en diciembre aún se podía adquirir revendida en Bs 35 o 40 bolívares el kilo.
En lo único que recibe descuentos es con la adquisición de las frutas por cestas.
“Ahorita lo que está más caro es el melón, pero igual tengo que comprarlo. Si antes pedía 15 kilos, me toca reducirlo a 10 para que no me afecte tanto el bolsillo”.
Para Ricardo Gómez, quien tiene su puesto en la calle Freites del centro porteño, “todos los días aumenta el precio del azúcar, frutas y vasos para los jugos. Porque con la escasez no se consigue mercancía”.
Aseguró que desde hace dos se­manas el paquete de vasos plásticos de 40 unidades pasó de costar Bs 100 a ubicarse entre los 140 y 150 bolívares.
Merengadas en extinción
La reventa del kilo de leche en polvo entre 300 y 600 bolívares y la poca facilidad de adquirirla a precio regulado ha hecho que las merenga­das prácticamente hayan desapareci­do de la oferta de los jugueros.
“Yo me privo de venderla porque tendría que ofrecer el vaso entre 100 y 120 bolívares y no quiero que los clientes salgan llorando por lo caro“, agregó Julio Morales

Eltiempo.com.ve / Elisa Gómez