Vendedores de los mercados de Tronconal III y de
Puerto La Cruz expresaron que el saco de 40 kilogramos de papa que les
despachan los proveedores está fijado en 6.000 bolívares
La comerciante Nancy Tovar expresó que a raíz del alza dejó de vender el artículo en su negocio.
“La última vez que vendí papa fue en Semana Santa a 90 bolívares el kilo, porque el saco lo podía adquirir en 2 mil 800. Hace ocho días llegó a 4 mil 80 y devolví la mercancía”.
El expendedor José Díaz indicó que el tubérculo aumentó más de 110%, ya que a principios de año se comercializaba en Bs 70.
Resaltó que los proveedores pueden ofrecer hasta en Bs 6 mil el saco de 45 kilos de papa.
“En mi puesto vendo las papas en Bs 140 el kilogramo, sin embargo, ha perjudicado mis ventas que han caído hasta un 50%. Ni en asueto generé ganancias”.
Por los cielos
Similar es la situación en el mercado de Puerto La Cruz. Después de Semana Santa el precio del kilo de papa subió casi un 100%, según vendedores del recinto, lo que ha generado la disminución de las ventas en 50%.
Onil Herrera, quien vende verduras en las calles adyacentes al expendio porteño, expresó que antes del asueto expendía el kilogramo en 60 bolívares y ahora en Bs 120.
“Yo estoy vendiendo muy barato en comparación con los que están adentro del mercado. Hemos tenido que aumentar porque a nosotros el saco nos está costando el doble de caro también”.
Una adjudicataria que prefirió mantenerse en el anonimato indicó que antes de Semana Santa estaba vendiendo el kilo entre 80 y 100 bolívares, pero debido al repentino aumento de parte de los proveedores tuvo que fijar el nuevo precio en Bs 160.
“El saco de papá de 40 kilos pasó de 3.000 a 6.000 bolívares de un solo golpe, y por ello me vi obligada a tener que aumentarlo considerablemente”.
Explicó que la demanda ha disminuido en un 50% porque a su juicio los clientes tienen menos poder adquisitivo que hace unos meses.
“Todo está carísimo y es evidente que la gente pide reducir los precios. No puedo vender más barato porque para mí resultaría entonces una perdida”.
La compradora Josefina Medina piensa que el incremento es desproporcionado aunque dijo entender la posición de los vendedores.
“Todo es una cadena que nos termina afectando a todos por igual. Si a ellos les aumentan los precios obviamente tienen que incrementar para sobrevivir. No nos queda de otra que comprar lo que haya y al precio en que esté”.
Comerciantes que laboran en el mercado de Boyacá III de Barcelona han
registrado dos aumentos en el precio de la papa durante marzo y en lo
que va de este mes.
La vendedora Felicia Conde resaltó que el
producto alcanza hasta los Bs 150 el kilo, debido a que la mayoría de
los expendedores lo adquieren a distribuidores del mercado municipal de
Puerto La Cruz.La comerciante Nancy Tovar expresó que a raíz del alza dejó de vender el artículo en su negocio.
“La última vez que vendí papa fue en Semana Santa a 90 bolívares el kilo, porque el saco lo podía adquirir en 2 mil 800. Hace ocho días llegó a 4 mil 80 y devolví la mercancía”.
El expendedor José Díaz indicó que el tubérculo aumentó más de 110%, ya que a principios de año se comercializaba en Bs 70.
Resaltó que los proveedores pueden ofrecer hasta en Bs 6 mil el saco de 45 kilos de papa.
“En mi puesto vendo las papas en Bs 140 el kilogramo, sin embargo, ha perjudicado mis ventas que han caído hasta un 50%. Ni en asueto generé ganancias”.
Por los cielos
Similar es la situación en el mercado de Puerto La Cruz. Después de Semana Santa el precio del kilo de papa subió casi un 100%, según vendedores del recinto, lo que ha generado la disminución de las ventas en 50%.
Onil Herrera, quien vende verduras en las calles adyacentes al expendio porteño, expresó que antes del asueto expendía el kilogramo en 60 bolívares y ahora en Bs 120.
“Yo estoy vendiendo muy barato en comparación con los que están adentro del mercado. Hemos tenido que aumentar porque a nosotros el saco nos está costando el doble de caro también”.
Una adjudicataria que prefirió mantenerse en el anonimato indicó que antes de Semana Santa estaba vendiendo el kilo entre 80 y 100 bolívares, pero debido al repentino aumento de parte de los proveedores tuvo que fijar el nuevo precio en Bs 160.
“El saco de papá de 40 kilos pasó de 3.000 a 6.000 bolívares de un solo golpe, y por ello me vi obligada a tener que aumentarlo considerablemente”.
Explicó que la demanda ha disminuido en un 50% porque a su juicio los clientes tienen menos poder adquisitivo que hace unos meses.
“Todo está carísimo y es evidente que la gente pide reducir los precios. No puedo vender más barato porque para mí resultaría entonces una perdida”.
La compradora Josefina Medina piensa que el incremento es desproporcionado aunque dijo entender la posición de los vendedores.
“Todo es una cadena que nos termina afectando a todos por igual. Si a ellos les aumentan los precios obviamente tienen que incrementar para sobrevivir. No nos queda de otra que comprar lo que haya y al precio en que esté”.
Descontento
Alfredo Gutiérrez considera que la inflación está jugando un papel perjudicial para que los ciudadanos puedan conseguir a precios accesibles los alimentos. “No es posible que hace un mes la papa costaba la mitad de lo que hoy vale”.
Alfredo Gutiérrez considera que la inflación está jugando un papel perjudicial para que los ciudadanos puedan conseguir a precios accesibles los alimentos. “No es posible que hace un mes la papa costaba la mitad de lo que hoy vale”.