Charlas educativas disminuyen porcentajes de maltrato infantil #Anzoategui

Los niños, niñas y adolescentes en las escuelas, además de recibir una formación educativa deben tener atención, amor, guía y protección.
Es por eso que resulta muy preocupante, que puedan estar siendo maltratados en los planteles educativos. Ante esta situación, padres y representantes, maestros y demás organismos de protección deberán estar atentos. 
Según el portal web unicef.org, el maltrato infantil es un atentado a los derechos más básicos de los niños, niñas y adolescentes, consagrados a partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Todos los menores de edad tienen derecho a la integridad física y psicológica y a la protección contra todas las formas de violencia. La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) –adoptada por Naciones Unidas el año 1989– en su artículo 19 exige a sus Estados adoptar “todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de sus padres, de un tutor o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.
De igual manera, el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas ha enfatizado la importancia de que los países miembros prohíban toda forma de castigo físico y trato degradante contra los niños (CDN, 2006).
Maltrato
Unicef entiende a las víctimas del maltrato infantil y el abandono como aquel segmento de la población conformado por niños, niñas y jóvenes hasta los 18 años que sufren ocasional o habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional, sea en el grupo familiar, en las instituciones sociales y escuelas. El maltrato puede ser ejecutado por omisión, supresión o transgresión de los derechos individuales y colectivos, e incluye el abandono completo o parcial (Unicef, 2006).
Por razones sociales y culturales de distinta índole, es conocido que los niños, niñas y adolescentes sufren violencia en el hogar, en la escuela, en los sistemas de protección y de justicia, en el trabajo y en la comunidad. Es así que los menores de edad son agredidos precisamente en aquellos espacios y lugares que debieran ser de protección, de afecto, de estímulo a su desarrollo integral y de resguardo y promoción de sus derechos.
Uno de los factores que les confiere gran vulnerabilidad es la falta de autonomía derivada de su corta edad y los consecuentes altos niveles de dependencia emocional, económica y social respecto de los adultos o de las instituciones (Pinheiro, 2006), lo que les dificulta poner freno a la situación que padecen, pedir ayuda o denunciar los hechos.
Violencia
La página web señala que en muchos lugares del mundo no hay sistemas de registro confiables de las denuncias existentes, a pesar de lo cual las estimaciones realizadas muestran que todos los años 275 millones de niños y niñas en el mundo son víctimas de violencia dentro de sus hogares y unos 40 millones de menores de 15 años sufren violencia, abusos y abandono, fenómenos que se reportan en distintos ámbitos: la familia, la escuela, la comunidad, las calles y situaciones de trabajo (Unicef, 2007).
En Venezuela
En pleno siglo XXI y a pesar de que el país cuenta con más y mejores herramientas a nivel educativo, el maltrato infantil continúa. Este problema también persiste en los hogares venezolanos, aún cuando el desarrollo a nivel de legislación, Derechos Humanos y protección de menores sigue avanzando.
Para la directora de la U.E. Antonio José Sotillo, Mirla  Jiménez, el maltrato escolar se afronta acudiendo a las leyes y a las instituciones responsables de la integridad infantil. "Los casos que podemos afrontar en la institución, lo hacemos, pero los problemas más graves y de índole mayor son referidos directamente al Consejo Municipal de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Cmdnna) y se amparan con la Ley Orgánica de Protección al Niño y al Adolescente (Lopna), y demás  organismos correspondientes", apuntó.
Acotó Jiménez que el  plantel educativo, las charlas, conversatorios y otras orientaciones han ayudado, tanto a docentes como a alumnos, padres y representantes, a evitar la violencia y maltrato escolar, por lo que las cifras de este flagelo en la institución han disminuido. "La primera formación viene de casa, de los padres depende el comportamiento de sus hijos y su desarrollo social. Mi consejo es que traten a sus niños con amor, paciencia y les inculquen buenos valores, de esa manera, el mal comportamiento se puede frenar, dar amor es lo principal; el amor lo puede todo y buscar siempre de Dios", agregó.
Por su parte, Neudys Olivero de Bravo, subdirectora de la U.E. Andrés Eloy Blanco, ubicada en Puerto La Cruz, opinó que para evitar el maltrato escolar y otro tipo de violencia, se deben acatar las normas de convivencia. Señaló que todo acto irregular que se presente en la institución y dependiendo de la gravedad, son atendidos internamente. En estos casos se hacen amonestaciones y llamados de atención verbal o en otro caso, son llevados directamente con los organismos correspondientes del estado", afirmó.
"Muchos de los casos de maltrato físico, verbal o psicológico que se presentan son verificados por nosotros, hablamos con los alumnos, maestros y con los propios padres", puntualizó.
Refirió Olivero, que ante la violencia y la descomposición social han tomado medidas. A su vez mencionó que la situación actual del país ha afectado directamente a los niños y jóvenes, asegurando que muchas de las ausencias escolares y el bajo rendimiento académico se debe a esta situación. "Muchos niños han faltado a clases, porque los padres se encuentran haciendo otras cosas paras solventarse el día y nos los pueden traer al plantel", refirió.
Olivero hizo el llamado a los padres y maestros a tener una mejor comunicación con los menores. "La raíz del aprendizaje empieza por casa", agregó.
Acoso escolar
El acoso escolar es la intimidación y el maltrato entre alumnos de forma repetida y mantenida en el tiempo, casi siempre lejos de la mirada de personas adultas, con la intención de humillar y someter abusivamente a una persona indefensa. Especialistas y maestros recomiendan, que ante una situación de acoso escolar o "bullying", los menores abusados, deben poner la queja ante los directivos del plantel donde estudien y notificarles a los padres, para así atacar el origen del problema y los involucrados.

¿Dónde acudir en caso de maltrato?

Puerto La Cruz. Wildines López, quien es defensor educativo en el municipio Sotillo, aseguró que la familia así como el Estado, deben involucrarse de manera total en la formación de los niños, niñas y adolescentes.
"La ley establece que la familia y el Estado son corresponsables en la formación de los menores", dijo López.
Mencionó además, que en caso de maltrato infantil escolar, la Defensoría Educativa, actúa inmediatamente para solventar la situación.
Destacó así, que a través de charlas y talleres han atacado el problema, pues este tipo de orientación trata de formar a la ciudadanía.
Acción
De acuerdo a la Ley Orgánica de Protección al Niño, Niña y Adolescente (Lopnna) las personas que sean testigos de un caso de maltrato infantil deben reportarlo. Si bien son los consejos municipales de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes son los encargados directos de recibir las denuncias de maltrato infantil, quien esté dispuesto a denunciar un caso de esta índole puede dirigirse a cualquier cuerpo policial, Protección Civil, Defensoría del Pueblo o a la oficina de Prevención del delito, todos estos organismos están conectados.
¿Dónde acudir?
Cpnna Sotillo: C.C. Coral Center. Número: 0426-7855529.
Cmdnna Sotillo: C.C. Gran Parada. 0281-2655904, Cmdnna Guanta: Bulevar Toronima. 0416-5802455, Cmdnna Lechería: Frente a laplaza El Parque. 0281-2817355.
Oficina de Derechos Humanos: 0414-0838919.

Nueva Prensa de Oriente / Junilmar Martínez